Imagínate lo siguiente: un día ordinario cualquiera, como puede ser el día de hoy, sale un avión con destino a una ciudad aleatoria.
Un vuelo normal, como los cientos, o miles, que salen todos los días de los aeropuertos alrededor del mundo.
Pero, resulta que este no es un vuelo ordinario. Este es un vuelo que jamás llegará a su destino, pero no lo hará porque haya tenido un accidente o catástrofe.
¡No!, simplemente no lo hará, porque desapareció sin dejar rastro y sin que jamás se haya encontrado absolutamente ninguna huella de éste.
La historia está llena de desapariciones misteriosas de este estilo.
Y no solamente de aviones, sino también de barcos, como el caso de la María Celeste, y de personas. Innumerables vuelos y embarcaciones se han perdido en el triángulo de las Bermudas, a través de los años.
Sin duda, estas enigmáticas desapariciones nos resultan intrigantes y fascinantes.
Pero, ¿Qué pensarías si te dijera que muchos de estos aviones que han desaparecido misteriosamente, han vuelto a aparecer después de muchas décadas? Así como lo oyen amigos.
Navegando por Internet, me he encontrado con algunas de estas historias. Historias que, en principio, además de fascinantes, también me han parecido bastante inverosímiles. Historias muy difíciles de creer debido a su naturaleza hollywoodesca, a lo espectacular de los sucesos narrados.
Historias que rayan más en las fronteras de la leyenda urbana, que en los ámbitos más sensatos de la vida real. Para muchas personas, todas estas historias no son más que mitos y leyendas, inventadas por una mente sagaz en algún periódico amarillista, y creadas para vender más ejemplares a costa de nuestra ingenuidad.
Aunque, obviamente, esto puede ser así. ¿Podríamos desechar por completo la veracidad de tales historias? O, por el contrario, ¿Podría haber algo de verdad en ellas? Antes de contestar estos interrogantes, veamos algunas de estas deslumbrantes historias.
La primera de ellas es la que ocurrió con el vuelo 513 de Santiago.
Toda esta historia comienza un 4 de septiembre de 1954. Resulta que ese día, el vuelo 513 de Santiago, salía de la ciudad alemana de Aachen con destino a Santiago de Chile.
La aeronave Lockheed Super Constellation tenía a bordo 88 pasajeros y 4 miembros de la tripulación. Se supone que éste sería un vuelo más de rutina entre las dos ciudades.
Sin embargo, por alguna razón desconocida, el avión se perdió en algún lugar del atlántico, sin dejar rastro alguno.
Hasta este punto, podríamos pensar que el incidente no es más que una simple catástrofe aérea. El avión, tristemente, probablemente se estrelló y se hundió en el fondo del océano.
Sin embargo, esta historia estaría lejos de acabar, y tomaría un giro dramático cuando, el 12 de octubre de 1989, el avión aparecería nuevamente en Porto Alegre, Brasil. Parece ser que el avión apareció dando vueltas por el aeropuerto y aterrizo sin tener ningún tipo de contacto con los controladores aéreos.
Cuando las autoridades llegaron al lugar para investigar, lo primero que notaron es que la aeronave parecía ser muy vieja, como de otra época. ¡Y por supuesto que lo era!, si databa, nada más y nada menos, de los años 50.
También se dieron cuenta que pertenecía a la aerolínea de Santiago. Lo cual era supremamente extraño, pues la aerolínea, había cerrado sus puertas en el año de 1956, dos años después de que el avión se perdiera en el Atlántico. Las cosas se tornarían aún más bizarras cuando, al entrar a la aeronave, las autoridades se encontraron con 92 esqueletos.
Es decir ¡Se toparon de frente con los cadáveres de todos los pasajeros, más los 4 miembros de la tripulación! ¿Cómo podía ser esto posible? ¿Cómo podía un avión que desapareció hace 35 años aparecer repentinamente? Y, tal vez lo más extraño, ¿Cómo pudo un esqueleto aterrizar la aeronave?
El esqueleto era el del capitán Miguel Víctor Cury, quien se decía que todavía sostenía los controles de la aeronave en sus manos. Extrañamente, los motores todavía estaban encendidos a pesar de haber pasado tanto tiempo. ¿Cómo es posible que el avión tuviera combustible después de 35 años?
Por más bizarro que parezca este caso, no es el único. Algo similar ocurrió con el vuelo 914 de Pan Am, que viajaba desde Nueva York a Miami, el 2 de julio de 1955. Ese día, el McDonnell Douglas DC-4, partía con 57 pasajeros a bordo y cuatro miembros de la tripulación.
Al igual que el vuelo 513 de Santiago, éste tampoco llegaría nunca a su destino final. O por lo menos, no al que estaba establecido originalmente. Pues bien, resulta que el 9 de septiembre de 1992, un avión no identificado se aproximaba al aeropuerto de Caracas, Venezuela.
Ese día, el controlador aéreo, Juan de la corte, estaba de turno. Resulta entonces que el avión entra en contacto con la torre de control, indicando que proviene de la ciudad de Nueva York.
El señor Juan, le indica al piloto que se encuentra en el aeropuerto de Caracas, en territorio venezolano. Ante lo cual, el confundido piloto le comunica que se ha perdido y le pide permiso para aterrizar.
El señor de la corte le otorga una pista para tal efecto, pero le indica que tiene que esperar a que las autoridades aborden la aeronave. Pues obviamente, el extraño vuelo no está registrado dentro de ningún itinerario oficial. Dicho y hecho, el piloto accede y aterriza, a la espera de las autoridades pertinentes.
Cuando éstas se acercan para examinar el avión, y al igual que sucedió con el vuelo 513 de Santiago, lo primero que se percatan es que se trataba de un modelo muy viejo. Mientras tanto, el piloto sigue manteniendo conversaciones con el controlador aéreo.
En medio del diálogo entre los dos hombres, el primero le explica al segundo que su vuelo debería haber aterrizado en Miami, el 2 de julio de 1955. Y es en este punto, en el que un sorprendido y atolondrado Juan de la corte, le comunica al piloto que la fecha actual es el 9 de septiembre de 1992. ¡37 años más tarde de lo que debería!
Ante tal información, y en medio de un ataque de pánico, el aterrorizado piloto comienza a gritar descontroladamente, y decide emprender vuelo nuevamente, para perderse en el horizonte y no ser visto nunca jamás.
Obviamente, este par de historias son bastante inverosímiles como para ser creíbles, o reales. Sobre todo, si tenemos en cuenta que, supuestamente, esta historia fue publicada por el periódico sensacionalista Weekly World News, siete años antes de la supuesta fecha en que ocurriera.
A pesar de todos estos disparates, ¿podría haber algo de verdad en estas historias? Como dije anteriormente, la historia está plagada de muchas desapariciones misteriosas, sucesos que parecen desafiar cualquier lógica.
Para la muestra, un botón: pensemos en el misterioso vuelo MH370 de Malasia Airlines, que desapareció en el Océano Índico sin dejar ningún rastro, el 8 de marzo de 2014. La cuestión es, si en épocas recientes pueden ocurrir desapariciones misteriosas, ¿por qué no podría ocurrir también en épocas más lejanas?
Quién sabe, tal vez 30 o 40 años en el futuro, vuelva a reaparecer el vuelo 370 de Malasia en algún aeropuerto del mundo. A esto también debemos sumarle el hecho de que las autoridades siempre quieren encubrir la verdad de lo sucedido.
Así que retiran información, inventan historias y liberan comunicados de prensa en los cuales siempre dan la explicación más lógica de lo sucedido. Esto lo hemos visto suceder muchas veces. Por ejemplo, en el incidente Roswell de 1947.
Inicialmente, las autoridades habían reconocido que un platillo volador se estrelló en el lugar. De hecho, hasta la historia había aparecido en la prensa local. No obstante, unas horas después, todos parecieron retractarse. Sencillamente, los altos mandos empezaron a decir que lo que se había estrellado era un globo meteorológico.
La técnica del encubrimiento y la desinformación la hemos visto en escena, una y otra vez, a través de la historia. Teniendo en cuenta esto, ¿Podría existir algún tipo de encubrimiento, por parte de las autoridades, en las desapariciones misteriosas de estos aviones?
Por supuesto que sí. Evidentemente, no estoy asegurando que así sea, pero siempre existe la posibilidad. Esto explicaría por qué, si se revisan los registros de los vuelos de Pan Am, nunca existió un vuelo 914. Ante las presiones de las altas esferas, cualquier cosa puede ser removida de los registros, y cualquier explicación lógica y sensata se le puede dar a cualquier historia extraña.
Se dice que el periódico sensacionalista Weekly World News liberó la historia siete años antes de la supuesta fecha de lo sucedido. Ahora, yo pregunto, ¿y si esto fuera una mentira perpetrada por la presión de las altas esferas de poder, con tal de desacreditar una historia que, de otro modo, podría ser real, por más extraña que parezca?
En fin, no voy a ponerme a decir si las historias son verdaderas o falsas. Simplemente, cumplo con darlas a conocer. De ahí en adelante, que cada quien saque sus propias conclusiones.
Lo que sí quiero decir, no obstante, es que a veces en este mundo ocurren cosas muy extrañas que desafían toda lógica, misterios que aún están lejos de ser resueltos.
De ser ciertas estas historias, ¿qué fue lo que realmente sucedió? ¿Será que estos aviones viajaron en el tiempo? ¿Será que se internaron por un túnel de gusano para aparecer nuevamente muchos años en el futuro?, O, ¿será que la explicación es un poco más oscura y macabra? ¿Tal vez una historia de fantasmas, perpetradas por algunos espíritus burlones, con el objeto de jugarnos una broma pesada? Sólo Dios sabrá…
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
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Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda.
¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!