¿Crees que el triángulo de las Bermudas es el único triángulo misterioso y sobrenatural del mundo?
Si tu respuesta es afirmativa, déjame decirte que estás equivocado.
En este planeta existen muchos emplazamientos misteriosos y enigmáticos. Lugares en los que los sucesos que allí ocurren desafían toda lógica y razón.
Hoy veremos uno de estos asombrosos sitios: el enigmático triángulo de Bridgewater.
La zona se encuentra en el estado de Massachusetts, a unos 30 km de la ciudad de Boston. Concretamente entre las ciudades de Rehoboth, Abington y Freetown.
Entre las tres forman un área triangular de aproximadamente 520 km². Un sector que con el paso de los años se ha hecho famoso por su alta actividad paranormal.
La historia de este triángulo se remonta unos 8000 años atrás. Esto lo sabemos porque los arqueólogos descubrieron un cementerio indio que databa de esas lejanas fechas.
El lugar empezó a ganarse una fama siniestra desde el mismo año de su descubrimiento. Los inéditos relatos cuentan que, cuando los arqueólogos abrieron las tumbas del cementerio, un extraño polvo de color ocre empezó a diseminarse por todo el lugar.
Parece ser que este polvo hizo desaparecer algunas tumbas e impidió que muchas de las fotografías pudieran rebelarse. Algo bastante loco de creer, pero es lo que se cuenta.
El nombre del «triángulo de Bridgewater» se lo otorgó el investigador paranormal Loren Coleman, en el año de 1970.
Quizá la intención del hombre era compararlo con el famoso triángulo de las Bermudas. Y no le falta la razón, pues en este sitio han ocurrido cosas muy extrañas desde hace mucho tiempo.
Los fenómenos misteriosos sucedían desde las mismas épocas en que los nativos americanos habitaban la zona.
Estos pueblos primitivos creían que el lugar estaba poseído por espíritus malignos. Particularmente el pantano Hockomock, localizado entre las ciudades de Rehoboth y Abington.
El término «Hockomock» fue acuñado por la tribu Wampanoag y significa: “el lugar donde residen los espíritus”.
Ciertamente, con un nombre así, se puede inferir que los nativos americanos eran conscientes de que algo inusual ocurría en este lugar. Algo de naturaleza sobrenatural.
Cuenta la leyenda que, cuando el hombre blanco arribó a estas tierras y les declaró la guerra a los pueblos locales. Los indios, ni cortos ni perezosos, invocaron una maldición sobre los invasores.
Una maldición para que jamás pudieran habitar las tierras ni sentirse seguros.
Puede que al final el hombre blanco haya terminado asentándose y viviendo en la zona. Pero, a juzgar por el número de bizarros fenómenos que se han registrado a lo largo de los años, es inevitable preguntarse si la maldición de los indios sigue atormentando a los residentes.
Y es que son muchos los fenómenos inexplicables que se han registrado a lo largo de la historia.
Veamos algunos de ellos…
En la década de 1930, por ejemplo, ciertos trabajadores de la zona reportaron haber visto serpientes gigantes en forma de espiral, parecidas a las de las estufas antiguas.
Estas serpientes, según sus descripciones, eran tan gruesas como el tronco de un árbol. Se dejaban ver cuando cruzaban las carreteras y después se perdían en la frondosidad de los bosques.
Los avistamientos de extraños críptidos no se limitan solamente a serpientes, sino también a panteras, perros, tortugas, aves y simios.
En efecto, en el año 1970 varias personas divisaron un raro ser de aproximadamente 3 m de altura, que corría en cuatro patas en dirección al bosque. Los testigos decían que se parecía a un oso. El problema es que estos animales no viven en esta región.
Algunos asocian este avistamiento al famoso «Bigfoot», o pie grande, que se aparece en muchos lugares de Norteamérica y del mundo.
Un día una mujer vio a este gigantesco ser robando calabazas de su jardín. Y un hombre que tuvo la oportunidad de verlo, lo describió con un pelaje marrón oscuro.
Un suceso aterrador ocurrió ese mismo año, cuando dos policías narraron como una extraña criatura destrozaba y arrancaba la parte trasera de su patrulla. Los hombres, como era apenas lógico, se asustaron con la visión de la aterradora bestia y huyeron a toda velocidad.
Otros testigos han reportado la presencia de aves gigantescas en el cielo, llamadas «Thunderbirds». Estas colosales criaturas parecen sacadas directamente de la prehistoria. La gente que las ha visto dice que la envergadura de sus alas alcanza los 10 m. En mi opinión, solamente un Pterodáctilo podría ajustarse a tal descripción.
Los perros gigantes también están a la orden del día. En alguna oportunidad, un hombre informó que un animal tan grande como un caballo degolló a dos ponis de su propiedad. Según la descripción del aterrado propietario, la monstruosa bestia tenía pelo negro y ojos de color rojo, y su forma se asemejaba a la de un perro gigante.
Otras personas han reportado ver tortugas del tamaño de un automóvil, así como panteras negras (las cuales resultan completamente inusuales para la fauna nativa del lugar).
Los avistamientos de extrañas criaturas no se limitan solamente a los animales. También ha habido avistamientos de ovnis, luces extrañas, fantasmas y seres espectrales.
Por ejemplo, veamos el caso que ocurrió el 10 de mayo de 1960. En aquel mes una “esfera de fuego” que sobrevolaba por los cielos fue avistada por cientos de personas.
Esta extraña luz se vio primero sobre Nueva Inglaterra y después apareció en Roxbury y en la susodicha región de Bridgewater.
Otro suceso de ovnis ocurrió en Halloween de 1908. En aquel año los periódicos locales publicaron una historia que narraba la aparición de varias luces que pululaban por la zona del triángulo.
En el año de 1970 algunos testigos vieron a dos ovnis aterrizar en la ruta 44, cerca de la ciudad de Taunton.
En el año de 1994 un oficial de policía dijo haber visto una nave triangular que emitía luces rojas y blancas.
No es extraño que en la ciudad de Raynham aparezcan reportes de bolas de luces que flotan a unos cuantos centímetros del suelo. La gente sostiene que este fenómeno suele ocurrir en el galgódromo del pueblo.
En el pantano de Hockomock también se han reportado la presencia de luces extrañas que cambian de color, forma y tamaño. Parece ser que éstas aparecen cuando la gente ingresa en el lugar, a modo de advertencia.
Eso fue lo que le sucedió a un grupo de personas que, en las inmediaciones del pantano, divisaron una bola luminosa que flotaba sobre un árbol. Los individuos comenzaron a gritarle a aquella esfera misteriosa y al hacerlo ésta empezó a hacerse cada vez más grande y comenzó a dirigirse con firmeza hacia ellos.
El «triángulo de Bridgewater» también ha adquirido una fama de ser un lugar de culto y adoración satánica.
En efecto, entre 1979 y 1980, un hombre llamado Carl Drew, quien vivía en una cabaña del bosque, se dedicó a realizar rituales satánicos que demandaban sacrificios de animales y personas. Esto se sabe porque se descubrieron varios cadáveres humanos diseminados por el lugar.
Otro incidente macabro ocurrió en 1993, cuando un hombre se suicidó después de intentar asesinar a su novia. Es digno mencionar que esta tragedia ocurrió a unas cuantas millas del pantano.
Parece ser que este tipo de incidentes, en el que las personas intentan asesinar a otras sin motivo aparente, ocurren con frecuencia en esta zona.
Otros acontecimientos perturbadores que han ocurrido son los siguientes:
En una noche fría de 1980 un pescador se encontraba en el lago. El hombre acercó su canoa a la orilla y escuchó unos ruidos extraños, parecidos a pisadas, que provenían de los matorrales.
Aunque podría tratarse de cualquier animal, el hombre jura que sintió un miedo paralizante. Uno que sólo aparece cuando el instinto te dice a gritos que, definitivamente, algo no anda bien.
El sujeto no podía ver a la criatura que lo acechaba, pero podía oírla. Relataba cómo lo seguía y cómo sus pisadas se escuchaban cada vez con más fuerza entre la hierba. Por si fuera poco, además de oírla también podía olerla. El hombre narra que el aire se llenó de un olor putrefacto que calaba fondo y que le indicaba que, sea lo que fuera esa cosa, definitivamente no era de origen natural. Lo mejor era huir de inmediato del lugar.
Y es que los fenómenos paranormales están a la orden del día. Muchos se manifiestan en las solitarias carreteras que atraviesan la zona.
Un espectro muy famoso, por ejemplo, es el del vagabundo de pelo rojo. Muchas son las personas que han conducido por este lugar y que, al ver por el espejo retrovisor, ven a un vagabundo de pelo rojo sentado en el asiento trasero. Una visión espectral que dura apenas unos segundos y que después desaparece súbitamente, no sin antes ponerle los pelos de punta a sus horrorizadas víctimas.
Otra famosa leyenda es la del camión fantasma. Una tractomula que surca los caminos a velocidades groseras y que atraviesa los autos de los infortunados conductores que tienen la mala suerte de toparse con ella.
En las rocas de Bridgewater, cerca del pantano, existe una efigie que tiene grabada la silueta de un nativo americano que mira fijamente hacia el horizonte. Se dice que en ciertas noches se pueden ver las siluetas de los guerreros de la tribu Anawan danzando alrededor de la efigie y escupiendo fuego espectral por el aire.
Otro fenómeno curioso es el de los helicópteros negros. De vez en cuando aparecen estos misteriosos artefactos sobrevolando el área a muy baja altitud, casi rozando las copas de los árboles. Lo cual es muy extraño porque las maniobras militares establecen, como parámetros de seguridad, volar a un mínimo de 150 m de altitud y evitar las zonas residenciales.
Otros famosos incidentes que han acontecido en el lugar son:
Una macabra mano fantasmal que apareció en la ventana de una casa en la ciudad de Fall River, un fantasma que sale del pantano y que cruza la autopista 138, y un espectro que se ve estudiando por las noches en la escuela de Middleboro.
Como pueden apreciar, mis amigos, muchos son los sucesos extraños y bizarros que han ocurrido, y ocurren todavía, en este misterioso lugar.
Al igual que el triángulo de las Bermudas, el «triángulo de Bridgewater» se suma a la ya innumerable lista de zonas enigmáticas y sobrenaturales que hacen parte de este hermoso, pero aterrador, planeta.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
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Como siempre, te ha hablado tu amigo y servidor, Andrés Rueda.
¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!