En el día de hoy vamos a hablar sobre el dinero. Ese instrumento tan importante que, querámoslo o no, necesitamos para sobrevivir y para proporcionarnos una vida decente y cómoda.
Así es amigos… La incesante búsqueda del dinero.
Es interesante notar como nuestra sociedad moderna gira en torno al dinero. Todos quieren oro, todos desean plata, todos quieren ser millonarios… Billete, billete, billete.
Es bien sabido que, alrededor del mundo, las personas millonarias piensan y actúan de manera diferente. Por eso tienen dinero.
Si bien es cierto que muchas de estas personas llegan a extremos insalubres de tacañería, usura, deshonestidad y explotación; también lo es que manejan algunas buenas nociones sobre cómo obtener y administrar el dinero.
Cosas que podemos aprender de ellos y aplicarlas a nuestra propia vida.
Recordemos que mucha de esta gente tuvo que forjar su fortuna de la nada, y también han tenido que trabajar muy duro y dedicarse plenamente para incrementarla y mantenerla.
Así que hoy vamos a ver 11 pequeñas lecciones sobre el dinero, que esta gente normalmente suele enseñar y poner en práctica. Es preciso anotar que estos consejos han sido utilizados por muchos millonarios para llegar al punto hasta donde han llegado.
Con el tiempo iremos creando lecciones adicionales sobre el dinero: Cómo obtenerlo, administrarlo, conservarlo y duplicarlo. Pero ya habrá suficiente tiempo para que, con calma, vayamos viendo más y más lecciones sobre el dinero.
Por ahora, empecemos con unas enseñanzas simples, pero útiles. Sin más preámbulos, aquí les dejo 11 sabios consejos sobre el dinero:
- Aprender a valorar el dinero.
El dinero se gana con esfuerzo y trabajo. Así que es bueno aprender, desde muy temprana edad, a valorarlo. La gente que alguna vez fue pobre y luego se hizo millonaria, sabe muy bien lo que significa esta primera lección.
Pues como no siempre tuvieron dinero, saben darle el valor que se merece. Los hijos de los millonarios, por su parte, muchas veces no entienden esta ley.
Pues como nacieron en cuna de oro, y siempre han tenido todo lo que han querido, sin hacer esfuerzo y sin ganárselo, tienden a menospreciar el valor del dinero.
Si eres una persona que nunca ha tenido dinero, sin duda te será más fácil aprender a valorarlo. Las leyes del universo castigan a los desagradecidos, a los ingratos, y a los que no valoran.
Entonces, la primera lección para obtener dinero es: si no valoras el dinero, éste te será esquivo. Y no lo digo yo, lo dicen los que de verdad lo tienen.
- Tener paciencia.
Desafortunadamente, el dinero llega a su debido tiempo, y no cuando uno quiere que llegue. Es común que las personas trabajen muy duro y por mucho tiempo, sin llegar a ver siquiera un solo centavo.
Pero, tarde o temprano, los frutos de tu trabajo se verán recompensados.
De modo que cuando menos lo esperes y menos lo imagines, el dinero empezará a fluir y llegará a tus arcas. Por eso hay que desarrollar el don de la paciencia. El problema es que mucha gente se vence muy rápido.
Emprende un negocio, ve que no le funciona, e inmediatamente lo abandona. La cosa es que no hay dinero fácil. Así que, si eres de esas personas que quiere hacerse millonario de la noche a la mañana y sin esfuerzo alguno, probablemente nunca te suceda el milagro. Esto sería lo que en mi tierra llamaríamos “estar meando fuera del tiesto”.
Es decir, estar haciendo las cosas de manera completamente equivocada y con expectativas totalmente fuera de lugar. Trabaja con paciencia y el dinero, tarde o temprano, te llegará.
- Trabaja con inteligencia.
Mucha gente trabaja muy duro y con mucha paciencia y, sin embargo, jamás llegan a tener dinero. La cuestión es que no basta con trabajar duro ni con ser paciente, sino que hay que trabajar también de manera inteligente.
Si trabajas para otros, y en ocupaciones en las que te explotan y no te pagan nada, entonces no importa cuánto te esfuerces, ni que tan paciente seas. Al final, el dinero jamás vendrá a ti.
Aquí el problema no es de paciencia, sino de inteligencia. Tienes que trabajar para ti mismo, en tus propias cosas y en tus propias empresas. O bien, trabajar para otros, pero de modo que reconozcan los esfuerzos de tu trabajo y de tu tiempo.
Si trabajas para alguien y te paga una miseria, pues deja de hacerlo. Mejor dedícate a trabajar para ti mismo y crea tus propios negocios. O cambia de trabajo, y busca uno en donde de verdad valoren tus capacidades.
Mucha gente pasa toda su vida trabajando por migajas, dejando que su tiempo sea explotado y aceptando salarios paupérrimos. Y después se preguntan por qué diablos no tienen dinero. Así que ya lo sabes: trabaja con inteligencia. No aplicar ni reconocer esta ley te mantendrá siempre estancado en la pobreza.
- Invierte en potencial.
Tal vez la mejor inversión que podamos hacer es en nosotros mismos. Para superarse a uno mismo, se necesita estar estudiando y aprendiendo constantemente.
Así que invertir tiempo, esfuerzo y dinero en nosotros mismos, nunca será un error. Es nuestro deber llegar a ser lo mejor que podamos llegar a ser. Y esto sólo lo haremos explotando nuestras pasiones y nuestras fortalezas.
Pero la cosa es que para explotar esto también se necesita conocimiento; y éste, sólo se puede lograr a través del estudio. Así que invertir en el estudio siempre será acertado.
Sobre todo, en aquel que nos permita obtener conocimiento de nosotros mismos y nos proporcione las herramientas para desarrollar todo nuestro potencial.
- Dales a tus hijos lo suficiente, pero no demasiado.
Si eres padre, es bueno que les des a tus hijos lo suficiente para que ellos sientan que pueden lograr lo que quieren. Sin embargo, no les des demasiado para que no hagan nada, o para que se vuelvan desagradecidos.
Existe una difusa línea entre ayudar, consentir, y mal acostumbrar. Ten por seguro que si a tus hijos les has brindado las bases para que construyan sus sueños y les has inculcado buenos valores, entonces no será necesario que les proporciones grandes sumas de dinero. Deja que ellos se ganen el dinero por sí mismos.
- Crea un sistema de incentivos y premios.
Si quieres hacer dinero, una buena fórmula es crear un sistema de incentivos y premios. La cuestión es la siguiente: Para hacer dinero, hay que trabajar. Pero para trabajar, hay que incentivarse, hay que motivarse.
Una buena manera de lograr esta motivación es otorgase pequeños premios, en la medida en la que vayamos alcanzando metas. Este puede llegar a ser un excelente método para mantener la motivación alta.
La aplicación de esta idea no solamente funcionará contigo, sino también, con las personas que trabajen contigo. Si tienes empleados, sin duda ofrecerles premios e incentivos será una de las mejores maneras para mantenerlos motivados.
Ahora bien, los premios e incentivos no necesariamente tienen que ser monetarios, también pueden ser psicológicos y espirituales. Ten presente esto: Si te conoces a ti mismo, o a las personas que trabajan contigo, entonces sabrás las cosas que son importantes para cada quien.
De esta manera, podrás crear un sistema de premios e incentivos coherente, que funcione en base a logros y metas, y que proporcione las motivaciones adecuadas. Ciertamente, esta será una manera más eficiente de trabajar por el dinero. ¿No lo crees?
- Conoce a las personas antes de juzgarlas.
En muchas ocasiones, por no decir que casi siempre, es necesario trabajar en equipo para hacer dinero. Trabajar con otras personas a veces resulta inevitable. Si no tienes don de gente, difícilmente harás dinero.
Uno de los mejores consejos para trabajar con socios, colegas y empleados, es intentar conocer primero a las personas, y no juzgarlas de antemano. Es muy común que todos tengamos prejuicios de las personas antes de llegar a conocerlas.
Es más fácil hacer juicios de valor sobre los demás y encasillarlos, que tomarnos el tiempo para realmente tratar de entender por qué actúan o piensan de esa forma. Es más fácil tener ideas preconcebidas, que tratar de desafiarlas.
Es más fácil sentir antipatía o indiferencia, que sentir empatía y comprensión. Si quieres hacer dinero, tendrás que entender el comportamiento y las motivaciones de las personas. De lo contrario, no podrás comprender las causas de su accionar.
Este principio lo podrás aplicar tanto a las personas con quienes trabajas, como a tus potenciales clientes.
- Aprende a gastar el dinero.
Muchas veces gastamos el dinero en cosas que realmente no necesitamos. Simplemente, lo hacemos para mantener el mismo nivel de vida que los vecinos, o para presumir que tenemos algo.
Si gastas el dinero en X o Y cosa, asegúrate que te traiga un retorno valioso. Este retorno puede ser económico, psicológico, físico, espiritual, etc. Si compras algo que te va a proporcionar felicidad, pues entonces tu compra estará justificada.
El problema es saber si realmente lo que compraste te va a traer la felicidad esperada. Si compras algo como inversión económica, también tiene sentido; pues a la postre te traerá otros retornos económicos.
Ahora bien, no todo en la vida es dinero. Así que también tiene sentido comprar algo como inversión psicológica o espiritual. Por ejemplo, es completamente válido comprar conocimiento.
Es decir, cosas que te van a proporcionar enseñanzas valiosas para tu vida, como parte de tu educación. Información que te va a permitir desarrollar tu potencial y ser mejor persona.
También es enteramente válido comprar algo que, psicológicamente, te va a proporcionar felicidad y placer, como una deliciosa comida o un viaje exótico hacia algún destino.
Lo importante es que no mal gastes tu dinero, sino que tenga presente que lo gastas en cosas que realmente te traen beneficios y satisfacción. No se trata de gastar por gastar, o simplemente gastar para aparentar. Esto te llevará directo al fracaso y a la miseria.
Ten presente que todos los extremos son dañinos: no hay que gastar por gastar, o malgastar el dinero; pero tampoco hay que ser un amarrete tacaño que no gasta ni un centavo. La vida es demasiado corta como para no disfrutar del dinero, pero éste es demasiado valioso como para gastarlo en bobadas.
- Aprende a decir que no.
A veces tomamos malas decisiones, tanto económicas como no económicas, simplemente por el miedo de decir “no”. El hombre es un animal social que busca la aprobación y aceptación de los demás miembros de su clan.
Así que es natural que piense que la mejor manera de lograrlo es decirle “sí” a todo. Sin embargo, decirle “sí” a cualquier cosa, especialmente en cuestiones monetarias, no es lo más sabio ni aconsejable.
Cuando algo sea contraproducente en materia económica, es mejor decir “no”, sin importar las repercusiones. De este modo, evitarás cometer errores tontos que te llevarán a perder un montón de dinero. Así que, cuando la situación lo requiera, no tengas miedo de decir “no gracias”.
- No pidas dinero prestado.
Alguna vez Warren Buffet, el famoso y célebre inversionista, dio este consejo en un evento de la Universidad de Nôtre Dame, en 1991.
Él dijo lo siguiente: “he visto fracasar a mucha gente por el alcohol y por pedir dinero prestado. No necesitas tener tanta ventaja en este mundo en forma de créditos. Si eres inteligente, lograrás hacer dinero sin tener que pedirlo prestado”.
Viniendo de semejante personalidad, sin duda este consejo nos resultará muy útil. Evita endeudarte a como dé lugar. He visto gente que se la pasa toda la vida pagando préstamos y deudas.
En este mundo de usureros, una de las peores cosas que uno puede hacer es caer en manos de las entidades bancarias; pues, inexorablemente e inescrupulosamente, te explotarán por el resto de tu vida pagando intereses.
Ahí lo tienen, mis emprendedores de la felicidad, si son inteligentes, absténganse de pedir dinero prestado.
- Elabora un presupuesto mensual.
Es una buena práctica tener un presupuesto mensual que sea lo más detallado posible. Es bueno planear absolutamente todos tus gastos. De hecho, debes tener un apartado de dinero para que puedas gastar en otras cosas.
Por ejemplo, en caso de imprevistos. Si te ciñes a un presupuesto, entonces podrás gastar sin remordimientos y sin preocuparte de que no te alcanzará el dinero a final de mes. Además, desarrollar un buen presupuesto es la clave para ahorrar y para alcanzar cualquier meta financiera.
Con mucha frecuencia, la organización lo es todo. Y en materia financiera, esta no es la excepción. Así que organízate financieramente. Utiliza un presupuesto y cíñete a él
Ahí lo tienen, mis emprendedores de la felicidad, 11 sabios consejos sobre el dinero. Espero que les sirvan y los apliquen en su vida cotidiana.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
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Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda.
¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!