Un extraño fenómeno ocurrió en la región de Gévaudan, Francia, entre los años de 1764 y 1767.
Una serie de bizarros asesinatos empezaron a aflorar por toda la región, generando pánico entre los pobladores locales.
113 personas fueron brutalmente asesinadas, degolladas y decapitadas.
¿Quién fue el responsable de estos asesinatos? ¿Qué fue lo que generó pánico en este pequeño poblado francés en el año de 1764?
Quédense conmigo y lo descubriremos en este episodio…
Imagínate que eres un campesino y estas pastando tranquilamente tu rebaño cuando, de repente, aparece ante tus ojos una bestia feroz y hambrienta.
¿Qué harías si te encontrarás, cara a cara, con un animal dispuesto a devorarte?
Justamente, esto fue lo que le ocurrió a una pobre muchacha mientras atendía su ganado.
Sin previo aviso, una criatura «parecida a un lobo, pero que no era lobo» se le abalanzó ferozmente.
Afortunadamente, la cosa no pasó a mayores, pues el ganado defendió a la mujer.
Este sería el primer ataque de la «Bestia de Gévaudan», pero no el último.
La primera víctima mortal fue una muchacha de 14 años, de nombre Jeanne Boulet. La chica fue despedazada por la bestia mientras cuidaba de su rebaño.
Los ataques de este extraño animal continuaron durante el verano y el otoño.
Aunque la bestia atacaba, principalmente, a mujeres y niños, ocasionalmente también acometía contra hombres.
Durante estos meses terroríficos, ocurrieron alrededor de 300 ataques.
Esto ha llevado a pensar que, en realidad, había dos o más bestias involucradas en los incidentes.
Durante esa época, los ataques de lobos eran una cosa normal; tanto en Francia, como en el resto de Europa.
Sin embargo, los ataques de la «Bestia de Gévaudan» eran peculiares, pues la brutalidad de los mismos (así como su frecuencia) era inusual.
La mayoría de las víctimas eran atacadas en la zona del cuello y la cabeza. Por lo que era normal encontrar los cadáveres degollados y, en algunos casos, decapitados.
El terror de la población llegó a tal punto, que la gente no se atrevía a salir de sus casas. Especialmente de noche.
La noticia del fenómeno llegó a oídos del rey Louis XV, quien inmediatamente, ofreció una recompensa por la criatura.
Esto llevó a que más de 100 lobos fueran cazados por los cazarrecompensas.
Sin embargo, los ataques no cesaban.
El 8 de octubre de 1764, la bestia fue divisada cerca de la «Chateau de la Baume», acosando a un pastor.
Los cazadores siguieron a la bestia hasta el bosque y le dispararon balas de mosquete.
Extrañamente, la bestia cayó y luego se levantó, para huir en las profundidades del boscaje.
En enero 12 de 1765, la bestia atacó a un grupo de niños, cuyas edades oscilaban entre los 8 y 12 años. Entre ellos, se encontraba Jacques Portefaix.
Este chiquillo, armado de piedras y palos, lideró un contraataque contra la bestia, logrando repelerla.
La acción heroica del niño impactó tanto al rey, que este le otorgó al pequeño un reconocimiento y educación gratuita en París.
Otro acto notable de valentía fue el que protagonizó Marie-Jeann Valet, en agosto 11 de 1765.
La muchacha fue atacada por la bestia cuando intentaba cruzar el río «Desges» con su hermana.
Armada con una bayoneta, la chica de 20 años le atravesó el pecho a la bestia.
No obstante, el animal no murió y huyó rápidamente.
Este acto de valentía hizo que Valet fuera conocida como la «amazona», o la «dama de Gévaudan».
En septiembre 20, de 1765, Francois Antoine mató un lobo de gigantescas proporciones cerca de la «Abadía de Chazes».
Las autoridades asumieron que se trataba de la bestia, así que le otorgaron a Antoine una recompensa sustancial y cerraron el caso.
No obstante, los ataques continuaron.
Una ola de agresiones ocurrió durante el mes de junio de 1767.
Muchas personas reportaron la aparición de una nueva bestia, con un comportamiento diferente.
Aparentemente, la antigua bestia le tenía miedo al ganado. Pero, esta vez, el animal no exhibía temor alguno.
La pesadilla de la «Bestia de Gévaudan» terminó en junio 19 de ese año. Cuando, Jean Chastel, finalmente abatió a la bestia con una bala de plata.
La autopsia revelaría restos humanos dentro del animal.
¿Qué animal era la «Bestia de Gévaudan»? ¿Acaso se trataba de un simple lobo? ¿O acaso era algo más? Y, de ser así, ¿de qué animal estamos hablando?
Según las descripciones de los testigos, este animal era diferente a los típicos lobos.
Muchos lo describen tan grande como un ternero y, en algunas ocasiones, tan masivo como un caballo.
Decían que su pelaje era de color rojo, con una mancha negra que le atravesaba el lomo.
La gente también manifestaba que tenía cola de pantera y que sus patas parecían de venado, con garras en los pies.
La bestia cazaba por emboscada y tomaba a sus víctimas por el cuello.
La caza la realizaba en el ocaso o, bien, en el crepúsculo.
Hasta el día de hoy, no se sabe exactamente qué tipo de animal era la «Bestia de Gévaudan».
Algunos sostienen que se trataba, simplemente, de un lobo de extraordinarias proporciones.
Otros creen que era una hiena, o un león, que se escapó del cautiverio.
Muchos otros piensan que se trata del «Hyaenodon». Un animal que se extinguió hace millones de años pero que, por alguna razón, habría sobrevivido hasta la época.
Entre otros sospechosos, se tienen: un lobo euroasiático, un perro de guerra, un hombre lobo y un asesino serial disfrazado de lobo.
¿Por qué un asesino serial? Porque muchos de los testimonios dicen que la bestia podía pararse en dos patas y caminar como un humano.
También se piensa que pudo tratarse de un asesino serial porque muchas de las víctimas resultaban decapitadas.
¿Qué animal hace esto? En la mayoría de los casos, los depredadores matan y se comen a sus víctimas. Pero no las decapitan.
El problema con la teoría del asesino serial es que, muchos testigos, alegan que el animal realizaba saltos increíbles.
De tratarse de un hombre, esto no sería muy factible.
La idea de un hombre lobo cobra sentido pues, si recordamos bien, Jean Chastel terminó matándolo con una bala de plata.
Esto también explicaría porque las balas normales no le afectaban en lo absoluto.
El animal, decían, se sacudía cuando le disparaban y continuaba como si nada.
La idea del perro de guerra también podría explicar esto. Pues, si alguien le puso una armadura al animal, las balas no le harían efecto.
La idea de la hiena no es muy factible, pues estas normalmente no atacan a seres humanos.
¿Podría haber sido un león?
Ciertamente, este animal muestra muchos de los hábitos depredadores de la «Bestia de Gévaudan».
Por ejemplo, caza por emboscada y agarra las víctimas por el cuello.
Asimismo, un león es, en teoría, capaz de decapitar un humano. Y también tiene una cola parecida a la de una pantera.
Sin embargo, el color rojizo del pelaje y la mancha negra del lomo, complican esta teoría.
Naturalmente, un león de estas características sería muy peculiar.
Tal vez podría tratarse de un híbrido. Una mezcla entre un león y quien sabe qué otra cosa.
El capitán Jean Baptiste Duhamel, quien fue de los primeros que el rey envió a la caza de la bestia, es partidario de esta teoría.
El hombre sostenía que el papá de la bestia era un león y la mamá un animal indeterminado.
Otra posibilidad es que pudo tratarse de un lobo anormalmente grande. Pues, como ya dijimos, por esa época había una infestación de lobos en Europa.
Entre los siglos 17 y 19, estos animales fueron responsables de más de 9000 ataques a humanos.
El problema con la teoría de los lobos, es que estos animales no atacan como lo hacía la «Bestia de Gévaudan». Es decir, no decapitan a sus víctimas.
Hasta el día de hoy, la verdadera identidad de la «Bestia de Gévaudan» es todo un misterio.
A modo de curiosidad:
¿Sabías que, en algún punto, hasta 30,000 voluntarios se ofrecieron para cazar la bestia?
Un dato gracioso:
Algunos hasta se disfrazaron de mujer para atraer la criatura.
No era de extrañar que tanta gente intentara cazarla, pues la recompensa equivalía a un año de salario para un trabajador típico.
Si algún día visitas Gévaudan, encontrarás una estatua dedicada a Marie-Jeanne Valet. Una escultura de la muchacha luchando ferozmente con la bestia.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
¿Qué cosa piensas era la «Bestia de Gévaudan»?
¿Era simplemente un animal? ¿Un hombre lobo? ¿Una mutación? ¿O una criatura sobrenatural?
Recuerda:
Suscríbete a mi boletín de noticias en iwokis.com y obtén mi libro «20 consejitos para ser feliz».
Igualmente, al suscribirte, te enviaré muchos consejos maravillosos para alcanzar la felicidad.
Te invito a que te suscribas a mi canal de YouTube.
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda.
¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!