En el día de hoy vamos a hablar sobre el número áureo, o la proporción divina como también se le conoce. Piensa en esto si dios creo el universo es apenas lógico suponer que nos iba a dejar pistas sobre su existencia y magnificencia.
Pistas que bien pueden estar plasmados en formas de números, proporciones y figuras geométricas. Muchos son los candidatos para quedarse con este galardón: podemos pensar en el número pi, en las maravillosas propiedades de las esferas y las pirámides, o en las alucinantes propiedades de los fractales.
Sin embargo, aunque todos estos son candidatos muy dignos para manifestar la maravillosa mente del creador. En esta ocasión esta distinción se la lleva la proporción áurea. ¿Porque la proporción divina? ¿Porque a este número se le conoce como el numero de dios?.
Para entenderlo primero tenemos que conocer su fascinante historia. Como con muchos otros enigmas de la antigüedad, no se sabe exactamente quien descubrió por primera vez la proporción divina. Sin embargo, creemos que fueron los griegos los primeros en darse cuenta de su existencia.
Se cree que fue el escultor griego Phidias el primero en notar esta proporción. El noto que cuando la proporción entre el largo y el ancho de un rectángulo era de exactamente 1.61803398874989… los rectángulos de las esculturas resultaban atractivos a la vista. Es por esto que los griegos le dieron el nombre de la proporción de oro.
En el mundo de las matemáticas, su valor numérico se llama Phi, en honor a Phidias. De hecho, los rectángulos que forman las columnas del Parthenon han sido creados siguiendo esta proporción. No obstante, no solamente los griegos estaban al tanto de la proporción divina, sino que también los egipcios. En efecto, las proporciones de la gran pirámide de Giza también están basadas en la proporción de oro.
A través de la historia, muchos personajes famosos la han utilizado una y otra vez en sus obras. Por ejemplo la famosa Mona lisa de Leonardo da Vinci la tiene. Si intentas dibujar un rectángulo alrededor de su rostro, veras que este cumple con la proporción áurea.
El gran Platón consideraba que el número divino era el concepto más importante de todas las matemáticas y la llave para entender la física del cosmos.
Si eres de los que piensan que la proporción es simplemente un numero abstracto y complejo que solamente se utiliza en las matemáticas más avanzadas, déjame decirte que estas muy equivocado, pues la proporción divina abunda en la naturaleza y la encuentras una y otra vez en fenómenos tan distantes como la pulsación de las estrellas y la distribución de los pétalos de las flores.
El numero divino se encuentra en todo en la naturaleza, Y cuando te digo todo, créeme que me refiero a TODO.
Desde las órbitas de los planetas alrededor del sol, como lo descubrió Johannes Kepler en el siglo 16 y 17, hasta, la distribución armónica de las notas musicales, como descubrió Pitágoras hace ya muchos años.
La misma serie de Fibonacci, la contiene. Como una anécdota curiosa, es posible que el mismo Fibonacci, no se haya dado cuenta de la conexión de su serie, y la proporción áurea.
Se dice que Leonardo Da Vinci no solo la utilizo al pintar la Mona Lisa, sino también al pintar la ultima cena, en donde está plasmada en la relación que existe entre las dimensiones de la mesa y las paredes.
Interesadamente, no fue sino hasta principios de 1900 que la proporción finalmente fue designada con la letra Phi, pues antes de esa época, la proporción simplemente se conocía como la media de oro, la sección de oro, la proporción de oro y la divina proporción.
En épocas modernas, en la medida en que más y mas descubrimientos científicos se realizan la proporción sigue apareciendo una y otra vez.
Por ejemplo, aparece en los trabajos de Roger Penrose desarrollados en los años 70, y también en los cuasi cristales una nueva forma de materia descubierta en los años 80.
Muchos creen que el estudio de esta proporción nos lleva a un mayor entendimiento de la belleza y la espiritualidad de la vida, pues hace acto de presencia en la geometría, el arte, la naturaleza, la arquitectura, el cuerpo humano y la astronomía por solo mencionar unas pocas.
Pero, ¿Que es la proporción divina? ¿Cómo se determina? en términos sencillos, la proporción divina existe cuando una línea se divide en dos segmentos, de modo que el segmento más largo dividido por el segmento más pequeño, es exactamente igual a la suma de los dos segmentos dividido por el segmento más largo.
Y esta división, es exactamente el numero irracional Phi, que equivale a 1.61803398874989… Así, por ejemplo, si el segmento más largo de la línea es A y el segmento más corto es «B», entonces la proporción áurea establece que A/B = (A+B)/A = Phi (1.61803398874989…).
La proporción de oro también se encuentra en la «Creación de Adán» de Miguel Ángel, pintada en el techo de la capilla Sixtina. Es más, hasta el mismo logo de Pepsi, Apple y twiter la utilizan. Nuestros mismísimos cuerpos y rostros la siguen.
Según algunas investigaciones, nuestros cerebros parecen preferir los objetos y las imágenes que utilizan la proporción divina. Es como si existiera una atracción subconsciente hacia ella.
La proporción áurea también se aplica para crear rectángulos, espirales y esferas que se encuentran en una perfecta proporción. Por ejemplo las espirales que se forman a partir de rectángulos que tienen la proporción áurea, se encuentran en las flores, caparazones de los caracoles y hasta en la forma de los huracanes.
Esta espiral perfecta se conoce como la espiral dorada y concuerda perfectamente con la serie de Fibonacci, que mencionamos anteriormente.
La misma proporción divina se encuentra en el mismo diseño de las hélices del ADN y en la forma de las olas en el océano. Aun más, la misma forma de las galaxias en espiral se ciñe a la proporción divina. Realmente se encuentra en abundancia en toda la naturaleza.
Esto nos lleva a un interesante planteamiento ¿el hecho de que la proporción áurea se encuentre de manera tan abundante de la naturaleza, no constituye esto una prueba de la existencia de un creador? Yo la verdad, pienso que sí.
Y te voy a explicar porque: si de verdad el universo hubiera sido creado simplemente al azar, producto de un simple accidente cósmico, ¿porque habría la naturaleza de repetir este patrón ves tras ves en muchas de sus creaciones? no tiene sentido.
Si todo hubiera sido un simple acto aleatorio, lo lógico es que la naturaleza cree cosas también con patrones completamente aleatorios.
En contraste, si el universo fue creado por una inteligencia superior, entonces es apenas lógico que haya utilizado la proporción de oro ves tras ves en sus diseños. Solamente una inteligencia puede apreciar la belleza matemática de la proporción divina. Y, por tanto adaptarla deliberadamente a sus creaciones.
En fin, no sé que piensen ustedes. Pero para mí, la proporción áurea es una prueba contundente de que fuimos diseñados y creados por una inteligencia superior, un arquitecto cósmico. ¿Y ustedes que piensan, mis emprendedores de la felicidad?
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, espero que les haya gustado el artículo del día de hoy.
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda. Recuerden que si se suscriben a mi página les regalaré mi libro «20 consejitos para ser feliz».
¡Les deseo un maravilloso día y hasta la próxima!