¿Alguna vez te has sentido abrumado por la cantidad de trabajo que tienes frente a ti? Yo sí que lo hecho. Es fácil sentir pánico y desesperación cuando una montaña de trabajo se encuentra delante de nosotros. Es fácil caer presa de la procrastinación.
Si has estado en esta situación, no te preocupes, te tengo la solución: la filosofía de los pasos de bebé.
Como su nombre lo implica, la filosofía de los pasos de bebé significa tomar pequeños pasos, uno después del otro. Es decir, que no debemos tratar de hacer todo de una vez. Sino en su lugar, hacerlo poco a poco, paso a paso.
¿Recuerdas la escena en la película del «zorro», en donde Don Diego (Anthony Hopkins) le enseña a pelear a Alejandro (Antonio Banderas)? Lo primero que hace es ponerlo dentro de una serie de círculos concéntricos. A continuación, le dice que se enfoque en los círculos interiores, y que se olvide de los exteriores. Le dice que, por el momento, los círculos exteriores no existen. Pero que en su debido tiempo, vendrán a existir.
Me encanta esta escena, porque es una analogía perfecta de la filosofía de los pasos de bebé.
Cuando tenemos que lidiar con cantidades exorbitantes de trabajo, el peor error que podemos cometer es creer que necesitamos hacerlo todo al mismo tiempo. En vez, lo que debemos hacer es dividir el trabajo en pequeñas porciones, y enfocarnos en ellas. Tomamos primero una cantidad pequeña de asignaciones, y las hacemos (éstos serían los círculos interiores). En ese momento, nos olvidamos del resto de tareas (los círculos exteriores).
Una vez terminemos con una pequeña porción del trabajo, tomamos otra y repetimos el proceso. Si seguimos repitiendo este procedimiento, la totalidad del trabajo estará hecha antes de que nos demos cuenta. Y así es como funciona!
Lo entenderemos mejor con un ejemplo.
Imaginemos que queremos caminar 1 km, ¿cómo lo hacemos?, ¿Tomamos un paso gigantesco o muchos pequeños? Cada paso que demos, por pequeño que sea, nos hará avanzar hacia la meta. Y entre mas avancemos, más cerca estaremos de recorrer el kilómetro. Éste ejemplo pone de manifiesto el principio esencial que subyace a la filosofía de los pasos de bebé:
TODO CUENTA Y TODO AÑADE!
Mi esposa y yo nos asombramos bastante de la cantidad de trabajo que habíamos realizado a través de los años, y no nos habíamos dado ni cuenta! Parecía surreal porque nunca sentimos que habíamos trabajado tan duro.
Las pequeñas cantidades de trabajo se empiezan a aglutinar lentamente, hasta que se convierte en una cantidad significativa. Todo es un pequeño paso, pero la suma de muchos pequeños pasos, equivale a un paso gigantesco.
Cuando te veas confrontado con una cantidad colosal de trabajo, no te asustes. Utiliza la filosofía de los pasos de bebé. Toma primero una cantidad pequeña de asignaciones y hazla. Después, toma otra y hazla. Repite el proceso continuamente y recuerda no pensar ni estresarte por las asignaciones futuras (los círculos externos no existen todavía). Mantén el foco en el trabajo que tienes a la mano y ve avanzando en la medida que lo realices. Te aseguro que casi sin darte cuenta, la totalidad del trabajo estará finalizada.
Éste es el secreto de la filosofía de los pasos de bebé: pequeños pasos, uno a la vez. Todo lo que hagamos se apila, y si somos constantes y diligentes, el principio de añadidura representará progresos muy significativos en el tiempo.
Así que ahí lo tienen, mis emprendedores de la felicidad,
Háganme saber cómo les funciona…
Hasta la próxima!