En el día de hoy, vamos a hablar sobre el enigmático elemento 115.
Este elemento fue popularizado por Bob Lazar, cuando dijo que era utilizado, por el gobierno de los Estados Unidos, como combustible para ovnis.
Obviamente, todo el mundo se le vino encima cuando dio estas declaraciones en 1989. Pues, recordemos que, por ese entonces, la ciencia no tenía idea de la existencia de dicho elemento.
Sin embargo, lo curioso es que este elemento si existe, y fue descubierto en el 2003. Aunque, oficialmente, fue anunciado el 2 de febrero del 2004, en Moscú.
Por esta razón, el elemento también se conoce como «Moscovio».
Este elemento sintético es un metal radioactivo del cual no se tiene mucho conocimiento. Se sabe que es sólido a temperatura ambiente, pero que rápidamente decae en otros elementos, como el «Nihonio».
Por cierto, este último es el elemento 113, descubierto también en el 2003. Ambos elementos, el «Moscovio» y el «Nihonio» (junto al «Teneso» y el «Oganesón»), fueron oficialmente incluidos en la tabla periódica en el 2016.
Ahora bien, ¿por qué digo que este elemento es enigmático? Pues justamente por lo que mencioné anteriormente. Según Bob Lazar, es el elemento que se utiliza como combustible para naves espaciales extraterrestres.
La increíble historia de Bob Lazar la cubriremos con más detalle en otro video. No obstante, si no sabes quién es Bob Lazar, déjame decírtelo brevemente:
Bob Lazar es un ingeniero que dice haber trabajado en el área 51.
El hombre se hizo famoso, porque reveló que, efectivamente, el gobierno estadounidense tiene naves espaciales en dichas instalaciones.
¿En qué se basa este señor para realizar tal afirmación? supuestamente, él mismo trabajo en los sistemas de propulsión de una nave alienígena.
Es decir, ¡el gobierno lo contrató para que realizara ingeniería inversa al motor de propulsión de un platillo volador extraterrestre!
¡Así de alucinante es la historia de este sujeto!
Pues muy bien, lo fascinante es que este hombre trabajó de primera mano con el motor alienígena, y sostiene que el elemento 115 es el combustible que utilizan dichos artefactos.
Sin lugar a dudas, no deja de ser llamativo que un elemento que no existía en aquellos tiempos, terminara siendo descubierto por nuestra ciencia una década y media más tarde.
Naturalmente, el número 115 es el número atómico del elemento. Por si no lo sabes, el número atómico siempre representa el número de protones que hay dentro del núcleo del átomo.
Entre más protones hay en el núcleo, más pesado es el elemento. Así, por ejemplo, el elemento más pesado en estado natural es el uranio, que posee 92 protones.
El elemento 115 es ciertamente más pesado, pero no es natural. Debe ser producido artificialmente en un laboratorio.
Evidentemente, un elemento tan pesado es muy inestable, lo que significa que se deteriora rápidamente. Por lo tanto, es muy difícil que se le pueda dar un uso práctico.
Si hemos de creerle al señor Bob Lazar, de alguna manera este elemento se debe poder utilizar como combustible para naves espaciales.
El problema es que, como ya dijimos, el elemento es demasiado inestable para que se le pueda dar un uso práctico.
¿Significa esto que el señor Bob Lazar estaba mintiendo? Es difícil saber, pues, por un lado, el elemento si existe. Pero, por otro lado, el elemento es demasiado inestable para utilizarlo con fines prácticos.
Naturalmente, el hecho de que el elemento sea inestable, no significa que no pueda existir en una forma estable.
En efecto, en una entrevista concedida por Bob Lazar, en el 2014, el hombre dijo lo siguiente:
«Ellos hicieron unos pocos átomos. Veremos que ocurre con otros isótopos. Uno de ellos, o más, será estable y tendrá las propiedades exactas que dije».
Adicionalmente, el señor Lazar sostiene que es imposible sintetizar este elemento súper pesado aquí en la tierra.
Parece ser que la sustancia tiene que provenir de un lugar del cosmos en donde los elementos súper pesados se pueden producir naturalmente.
¡Amanecerá y veremos! Solamente el tiempo dirá si el señor Lazar tenía o no la razón.
Ahora bien, hipotéticamente, ¿cómo funcionaría el elemento 115 para propulsar una nave alienígena?
Bob Lazar sostiene que cuando el elemento se expone a la radiación, puede producir su propio campo gravitacional.
Básicamente, el elemento produciría efectos anti gravitatorios a través de un bombardeo continuo de protones. Como la cantidad de energía que se necesita es increíblemente alta, esto debería producir, en conjunto, antimateria.
La fuerza nuclear fuerte del núcleo del elemento 115 produciría un efecto gravitacional a gran escala, distorsionando el «espacio-tiempo», y permitiendo así largos viajes espaciales.
La cuestión es que la nave no solamente generaría una ola gravitatoria que le permitiría volar, sino que también doblaría la luz alrededor de ella, haciéndola invisible.
Según Lazar, la aeronave alienígena que tenían en el área 51 utilizaba triángulos del elemento 115, de aproximadamente 223 g.
De hecho, según sus testimonios, el gobierno americano tenía, a finales de los años 80, aproximadamente 200 kilos de este elemento.
Aparentemente, éste les fue proporcionado por los «grises». Esos extraterrestres de cuerpo pequeño, cabeza grande y ojos negros.
¡Los típicos alienígenas de las películas y la cultura popular!
Lazar describe que la nave tenía un pequeño reactor, del tamaño de una pelota de básquet, y que se incrustaba en una placa metálica.
Cuando el reactor funcionaba, producía el susodicho efecto gravitacional. Si uno intentaba tocarlo con la mano, la fuerza inmediatamente se la empujaba hacia atrás.
El reactor no tenía ningún tipo de cableado, y la nave estaba hecha de un material extraño, de un solo color. Posiblemente, algún tipo de metal o cerámica.
Además, no tenía ángulos rectos y parecía que toda la estructura estaba fusionada en una sola pieza. En efecto, no había ninguna escotilla de acceso.
Por otro lado, el interior de la nave era bastante minimalista, pues solamente había asientos.
Estos asientos eran para tripulantes muy pequeños, de aproximadamente 1 m de altura. Probablemente, para los ya mencionados «grises».
Asimismo, parece ser que no había paneles de control, ni baños, ni elementos decorativos dentro de la aeronave.
El reactor se localizaba en el centro, y los asientos estaban localizados a su alrededor.
La estructura también podía volverse transparente, y toda la aeronave tenía, aproximadamente, unos 16 m de diámetro.
Interesantemente, Lazar dice que es muy probable que este platillo volador perteneciera a alienígenas muy antiguos; pues, aparentemente, fue rescatado de una excavación arqueológica.
Según sus descripciones, la nave despegaba de manera silenciosa, y una vez en el aire, no hacía ningún ruido.
En relación a la manera de volar, el señor Lazar dice que el artefacto lo hacía en una manera poco convencional. Parece ser que volaba de «panza» y que estaba en constante rotación.
Sé que todo esto puede sonar a pura ciencia-ficción. A los inventos de la imaginación de un farsante. Pero escucha esto que te voy a contar, porque es bastante interesante:
Esta manera de volar es muy parecida a la del «incidente Tic-Tac», que ocurrió en el 2004.
En esa ocasión, el piloto David Fravor persiguió a un ovni, en su caza F18 Super Hornet.
Lo más llamativo es que, en el video se puede apreciar como el ovni vuela de manera ladeada, como si estuviera lanzando la «panza» hacia el frente.
¡Exactamente en la misma manera que Bob Lazar describió, hace más de 13 años!
Observa con atención el video, y saca tus propias conclusiones.
Hace apenas unas semanas, el pentágono y el departamento de defensa de los Estados Unidos, han aceptado públicamente la existencia y la veracidad de algunos videos de ovnis.
Estos videos han sido desclasificados y los han hecho públicos. ¡Algo que era totalmente impensado varios años atrás!
Es decir, ¿qué el gobierno americano ya esté aceptando la existencia de ovnis? ¡Por favor!
La cuestión es la siguiente:
Si los gobiernos ya empiezan a aceptar estos hechos, ¿por qué no creer entonces en la historia del señor Bob Lazar?, ¿Por qué no creer que este hombre dice la verdad en relación al elemento 115?
Ya para finalizar, les proporcionaré algunos datos curiosos e interesantes sobre este enigmático elemento:
Resulta que, un meteorito que contenía el elemento 115, era uno de los artefactos que buscaba Lara Croft, en el juego de video «Tomb Raider III».
Igualmente, el elemento 115 es utilizado en el juego «Call of Duty» para, nada más y nada menos, crear zombies.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
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Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda. ¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!