Siempre me he sentido fascinado por las cosas extrañas y misteriosas que ocurren en el universo.
Considero que todos estos fenómenos nos abren la mente a realidades que ignoramos. A sucesos que se encuentran por encima de nosotros y que superan nuestra limitada capacidad para entender los enigmas del cosmos.
Por eso, cada vez que encuentro un caso de naturaleza sobrenatural y enigmática, no tengo más remedio que emocionarme fuertemente.
La verdad es que podría dedicar toda mi vida al estudio de dichos fenómenos. Incluso por encima del tema de la felicidad que, en última instancia, es el tema principal de este canal.
Quienes están familiarizados con mi portal, sabrán lo siguiente: iwokis es una mezcla entre temas de superación personal y análisis de fenómenos misteriosos y enigmáticos.
De vez en cuando, no obstante, me encuentro con sucesos que cumplen ambos propósitos. Es decir, fenómenos sobrenaturales con mensajes significativos para nuestra felicidad.
Ésta es exactamente la cuestión con el extraño incidente de los humanoides de Guasimal.
Empecemos por el principio:
Este evento ocurrió en el corregimiento de Guasimal, perteneciente al municipio de Zarzal, en el norte del Valle del Cauca, Colombia.
La historia toma lugar a finales del 2012. En el mes de diciembre, para ser exactos.
Ahora bien, ¿se acuerdan que ocurrió en ese mes? O, mejor dicho, ¿se acuerdan que se supone que iba a ocurrir a finales del 2012?
Para refrescarles la memoria, resulta que el 21 de diciembre del 2012 era el día en el que, supuestamente, iba a ocurrir el fin del mundo.
Obviamente, esto siempre fue malinterpretado. Pues el 2012 no marcaba el final del mundo, sino más bien, el final de «un mundo».
Es decir, el final de una época y el comienzo de otra. Más exactamente, el final de la era de piscis y el comienzo de la era de acuario.
El 2012 marcaba el comienzo de una nueva época para la humanidad. Una época de cambio. Una época de renacer. Una época de despertar y de evolución espiritual.
Así pues, no creo que sea coincidencial que justamente en este punto de transición, haya ocurrido la aparición de estos enigmáticos seres humanoides.
El caso es que durante estas fechas los habitantes de Guasimal reportaron la aparición de ciertos seres extraños.
Unos seres de 2.5 m de estatura aproximadamente, con voz robótica, y trajes de color negro.
Los seres se les aparecían a los campesinos en la noche, y les daban mensajes sobre la humanidad. Mensajes de amor y paz, pero también de advertencia.
Parece ser que, hasta el día de hoy, estos seres se les siguen apareciendo de vez en cuando a los pobladores de Guasimal.
Las pruebas más contundentes son los innumerables testimonios de las personas que los han visto.
Por ejemplo:
El señor Diego Mondragón, dueño de una de las fincas del sector, es uno de esos muchos testigos.
Este hombre sostiene que estos extraños alienígenas han estado varias veces en su predio.
En una ocasión relató que, a finales de diciembre del 2018, los alienígenas volvieron a aparecer, justo cuando se realizaba una fiesta en una finca vecina.
Las personas que allí se encontraban empezaron a escuchar ruidos extraños. Por lo que decidieron salir a investigar.
El señor Mondragón ya sabía que se trataba de estos seres, pues ya antes había tenido contacto con ellos.
Sin embargo, las personas que estaban en la finca vecina se asustaron. Por lo que comenzaron a realizar disparos.
Mondragón les dijo que no tuvieran miedo, pues estos seres eran pacíficos.
En esta ocasión, parece ser que aparecieron cinco alienígenas, quienes entablaron una conversación con la gente que estaba allí presente.
El mensaje que dieron era algo perturbador, pues decía lo siguiente:
“Se nos ha autorizado venir a entregar un mensaje de sacrificio por la humanidad, amor y lealtad. Quiéranse unos a otros porque muy pronto se acabará la raza humana; sacáremos una poca semilla de ella”
Ciertamente, hay varias cosas interesantes con este mensaje.
Para empezar, es de naturaleza mesiánica. Pues se trata del mismo mensaje que dio Jesucristo. Un mensaje de amor, paz y lealtad entre los seres humanos.
El mismo mensaje que también dio la Virgen de Fátima. El mismo mensaje que han dado, a través de la historia, innumerables figuras mitológicas y religiosas.
El mensaje es muy claro: «ámense los unos a los otros, o prepárense para asumir las consecuencias».
Justamente, hablando de consecuencias, otro punto interesante del mensaje es el que dice: «el fin de la raza humana». Y también la parte que dice: «sacaremos una poca semilla de ella».
¿Qué significa esto?
A mí me recuerda las profecías del Apocalipsis, pues en este libro bíblico se habla del fin de los tiempos.
El libro de las revelaciones nos anuncia que gran parte de la humanidad desaparecerá y que solamente unos pocos continuarán en la tierra.
Tal vez a esto se refieren los alienígenas cuando dicen: «sacaremos una poca semilla de ella». Tal vez esta semilla es la «poca humanidad que se salvará».
Existe un supuesto audio sobre esta conversación. En el audio los alienígenas claman venir del planeta Orion, dicen habitar Guasimal desde hace 60 años, y afirman tener una base subterránea de 5000 m² (en donde tienen enterrada su nave nodriza).
Sin embargo, en mi humilde opinión, esta grabación es bastante dudosa. Pues se refiere al «planeta Orión». Cuando, evidentemente, Orión no es un planeta, sino una constelación. Un error fatal para seres que pueden viajar por el espacio sideral.
De todas maneras, y más allá de la confiabilidad de este audio, creo que los avistamientos de estos seres si son reales.
¿Por qué unos humildes campesinos habrían de inventar esta historia?
Los anales de la ufología están llenos de casos con cientos, si no miles, de testigos y testimonios sobre fenómenos ovni.
Considero que lo que esta gente ha visto durante estos años es algo completamente real.
Siguiendo con la historia…
Resulta que, la noche de la fiesta en cuestión, se llamó a la policía para reportar el incidente.
Al lugar llegó el patrullero Manuel Velandia Márquez. El hombre cuenta que, cuando llegó al lugar, la gente estaba muy alterada y nerviosa.
El hombre sacó su celular y comenzó a grabar. Decía que la noche estaba muy oscura y lo único que podía ver eran siluetas de más de 2 m de altura.
El policía preguntó: «Amigo, venga, ¿ustedes quiénes son?, ¿qué quieren?».
A partir de ahí se entabló un diálogo entre el patrullero y los extraterrestres.
Los seres sostenían que nosotros, los seres humanos, somos menos evolucionados que ellos.
El policía decía que estos seres se escuchaban en un punto y después en otro, porque saltaban de aquí para allá.
Esto coincide con las narraciones de muchos testigos, quienes describen a estos seres como una especie de «alienígenas saltarines».
Es decir, primero están en un lugar, luego pegan un salto tremendo, y terminan cayendo en otro lugar a varios metros de distancia.
Justamente, en relación a esto, el señor Mondragón dijo que ésta fue una de las cosas que le indicó que estos seres no eran humanos.
En una ocasión vio a uno de estos alienígenas saltar una quebrada. Este salto hubiera sido imposible para un ser humano. De ser una persona, decía Mondragón, lo más posible es que se hubiera matado.
Otra característica, que los testigos han reportado, es que cuando estos seres hablan generan una distorsión electromagnética en los equipos de comunicación. Una especie de interferencia de radio.
Al igual que el señor Mondragón y otros testigos, el policía Manuel Velandia está seguro de lo que vio esa noche. Aunque sus compañeros de trabajo no le creen, él no tiene ninguna duda de aquello que presenció.
La primera vez que Diego Mondragón vio a estos seres fue en una noche de luna llena.
Parece ser que su perra ladraba sin cesar en un punto fijo, cerca de los corrales de las gallinas.
Cuando el hombre fue a investigar la razón por la que el animal ladraba tanto, vio a un humanoide de más de 2 m de altura con un traje negro.
Una de las cosas que notó es que en el centro del pecho tenía una estrella vibrante que despedía colores vivos.
A continuación, el hombre vio al humanoide pegar unos saltos tremendos por los potreros, hasta desaparecer por encima de la quebrada que mencionamos anteriormente.
Todos los testigos que han visto a estos seres coinciden en una cosa: su asombrosa capacidad de saltar. Están en un lugar, y de un momento a otro, saltan y terminan en otro potrero.
Guillermo Osorio, propietario de un trapiche, sostiene que estos seres de vez en cuando se le aparecen para pedirle agua.
El ufólogo Cristian Ramos también aseguró haberlos visto, cuando acudió al lugar para investigar el suceso, en el 2013.
El hombre describe a los seres de contextura gruesa, de 2.30 metros de altura aproximadamente y con ropas de color negro. Parecidas a una escafandra o a un traje de esgrima.
El ufólogo sostiene que llegó a estar a varios centímetros de distancia del alienígena. Ahí fue cuando se percató que su traje no era realmente un traje, sino más bien, era la piel del extraterrestre.
El símbolo que tenía en el pecho era una espiral brillante, que parecía tener un efecto en tercera dimensión.
El alienígena dio un salto hacia atrás y se alejó varios metros, después no paraba de moverse de izquierda a derecha. Nunca se quedaba quieto en un mismo lugar.
Esto puede deberse a que el ufólogo sacó una cámara para tomarle una foto, cosa que el ser obviamente no deseaba.
Otra cosa interesante es que, cada vez que el ser saltaba, se sentía un estruendo impresionante en el suelo, que hacía que los animales se asustarán mucho.
Parece ser que estos seres, además de ser extraterrestres, también son intraterrestres. Es decir, viven dentro de la tierra, en base subterráneas.
¿Qué podemos decir entonces de estos alienígenas? ¿Se trata de seres reales o son producto de la imaginación de muchas personas? ¿Una especie de histeria colectiva? ¿Se trata de una simple farsa y engaño?
Yo pienso que son reales. Pues hay muchos testigos que claman haberlos visto. Hay otros que, aunque no los han visto, dicen haber observado las pisadas dentro de sus terrenos.
Me parece inverosímil que, un grupo de humildes campesinos, se pongan de acuerdo para crear una mentira. ¿Con qué objeto harían esto? ¿Publicidad? ¿Entretenimiento? Honestamente, no lo creo.
Tampoco creo que se trate de simples bromistas, pues tendrían que medir más de 2 m de altura y ser capaces de pegar unos saltos impresionantes.
Saltos que, obviamente, ningún humano es capaz de realizar.
Igualmente, el hecho de que los animales se asusten, también habla a favor de su naturaleza sobrenatural.
Es muy curioso que este suceso haya ocurrido, justamente, a finales del 2012. Esto nos lleva a considerar dos posibles alternativas:
Por un lado, puede ser que un grupo de pobladores de un área rural se hayan querido aprovechar de la histeria del 2012, y hayan inventado una historia fantástica que cayera como anillo al dedo a la paranoia que se vivía en ese momento.
Por otro lado, puede ser que justamente debido a esta paranoia del fin del mundo, estos seres hayan aprovechado este momento crítico para empezar a difuminar un mensaje importante a la humanidad.
Trátese de realidad o farsa, tal vez lo más interesante es el mensaje que los alienígenas vinieron a difundir.
Es claro que vinieron a darnos una advertencia. Una advertencia de que la humanidad puede estar a punto de desaparecer. O, por lo menos, una gran parte de ella.
Una advertencia que parece coincidir con muchos libros proféticos, como las profecías de los Mayas y el libro del Apocalipsis.
Una advertencia que parece sugerir que solamente una pequeña porción de la humanidad se salvará. Una «pequeña semilla», como estos seres la llaman.
Parece ser que el amor y la fraternidad es la única llave para la salvación. Algo que nos viene diciendo la religión desde hace milenios.
Independientemente de la naturaleza de estos seres. Sean alienígenas, seres intra terrenos, demonios, ángeles y/o profetas. Lo importante es que el mensaje está ahí para quienes quieran escucharlo.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, espero que les haya gustado el artículo del día de hoy.
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda. Recuerden que si se suscriben a mi página les regalaré mi libro «20 consejitos para ser feliz».
¡Les deseo un maravilloso día y hasta la próxima!