¿Qué ocurrió realmente en el jardín del edén? Esa es una de las preguntas que más ha intrigado a la humanidad en toda su historia.
Para empezar, ¿será que realmente existió dicho jardín? Y si así fue ¿que fue realmente lo que sucedió en este enigmático lugar?
Probablemente la historia más famosa es la que nos cuenta la biblia. Y dice así: después de que dios hubo creado al hombre y a la mujer, los puso en un jardín para que deambularan felizmente comiendo y disfrutando de sus frutos. Solamente les puso una condición que no comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Detengámonos un poco en nuestra historia y hagamos hincapié en lo siguiente: quiero que mantengamos en mente «el árbol del conocimiento del bien y del mal» porque será clave en el análisis que haremos posteriormente.
Pero no nos adelantemos todavía, sigamos con nuestra historia. Vivían Adán y Eva felizmente en el paraíso, comiendo de lo lindo y jugando con los animalitos del lugar. Desafortunadamente, y como en toda buena historia, nunca falta el envidioso y el dañado que no puede soportar ver a otros felices y gozando de la vida.
En este cuento, ese villano era el mismísimo Satanás. El enemigo acérrimo de Dios. Cuenta el génesis que Satanás, disfrazado de serpiente, convenció a Eva probablemente por ser la más nueva y inexperta en el jardín, de que no había nada de malo de comer del árbol del fruto prohibido. Por el contrario, Dios sabía que si comían de aquel árbol iban a hacer como Dios.
Así que, dicho y hecho, la mujer le obedece a Satanás y come del fruto prohibido. Y de paso también convence a Adán de que lo haga. Ante semejante ofensa, Dios no tiene otro remedio que expulsar a la pareja del paraíso, como castigo por su desobediencia e impertinencia.
Es así, como los seres humanos dejaron de vivir en un mundo perfecto para terminar viviendo en las condiciones de nuestro mundo actual. Entiéndase, un lugar salvaje y agreste, en donde a diferencia del paraíso, hay que luchar y trabajar duro para sobrevivir. A grosso modo, esta es la historia que nos cuentan la mayoría de las grandes religiones.
No obstante, existen otras interpretaciones sobre los incidentes que ocurrieron en el jardín del Edén. Muchas de estas interpretaciones son las favoritas de las teorías de conspiración ovni.
Veamos más o menos, como es esta historia alternativa: resulta que hace muchísimos años atrás una civilización más avanzada proveniente del espacio decidió visitar la tierra, tal vez en busca de recursos para su gente.
Estas civilizaciones extraterrestres crearon las primeras civilizaciones avanzadas de la humanidad. Particularmente, la civilización sumeria (una de las más antiguas sino la más antigua, de la que se tiene noticia).
En algunas de las tablillas encontradas y pertenecientes a esta civilización, se nos cuenta una historia muy particular. Estos extraterrestres, que se llamaban los Anunnaki, eran de origen reptiliano. Una raza de extraterrestres de no muy buenas intenciones.
La cuestión es que estos seres Anunnaki cansados de hacer el trabajo sucio de la extracción de minerales ellos mismos, decidieron utilizar su gran tecnología para crearse un esclavo. Un esclavo que les ayudara para realizar el trabajo sucio y arduo de la minería.
Y obviamente, ese esclavo fue nada más y nada menos que nosotros: los seres humanos. Cuenta la leyenda que los Anunnaki crearon un híbrido entre los homínidos que existían por ese entonces en la tierra, los neandertales y el hombre de Cromañón y ellos mismos.
Es decir, que nosotros los seres humanos no somos más que una hibridación genética entre estos monos primitivos y los extraterrestres.
Fue así como surgió el ser humano moderno. Una criatura lo suficientemente inteligente para realizar labores complejas, pero todavía lo suficientemente sumisa, como para obedecerles a los extraterrestres. Estos extraterrestres eventualmente se convirtieron en todo los grandes dioses de la antigüedad.
Pero, ¿y en donde entra el jardín del Edén en toda esta historia? pues se cree que el jardín del Edén fue el lugar físico aquí en la tierra en donde estos extraterrestres crearon a la primera pareja humana.
Resulta que un extraterrestre de nombre Enlil simplemente quería crearnos indiscriminadamente para efectos de esclavitud total. Pero había otro extraterrestre de nombre Enki, que no estaba muy de acuerdo con las prácticas inmorales de Enlil.
Resulta entonces que este Enlil viene personificando a la figura de Dios (quien más tarde se convertiría en Yahve o Jehová, el dios de los judíos). Y Enki, seria la personificación de Satanás.
Lo interesante de esta versión de la historia es que Satanás, o sea Enki, resulta ser el bueno del paseo pues simplemente quería liberarnos de los lazos tiránicos de Enlil, o sea Dios. Cuando Enki instiga al hombre de comer del árbol de fruto prohibido en realidad lo que estaba diciéndole al hombre era que este también podía ser libre, como sus creadores, es decir, como Enlil y el mismísimo Enki.
En esta versión alternativa del incidente del jardín del Edén, la expulsión del paraíso y todo lo que sucedió después es simplemente una alegoría al rompimiento de la esclavitud de la humanidad con estos seres extraterrestres.
Cosa que por cierto, aun no ha sucedido. Pues según los defensores de esta teoría, todavía seguimos bajo el control invisible y camuflado de estas entidades extraterrestres.
Pero, ¿cuál de estas versiones del jardín del Edén es realmente la correcta? No se sabe a ciencia cierta. Tal vez, ambas versiones son correctas. Me limitare simplemente a decirles cuál es la versión que yo considero correcta.
En mi opinión, esto fue lo que ocurrió en el jardín del Edén: para empezar, fijémonos en un dato muy interesante que se menciona en el libro del génesis. A saber, «el árbol del conocimiento del bien y el mal», del cual ya habíamos dicho al principio del video que iba a jugar un rol muy importante en nuestro análisis. Notemos que no fue simplemente cualquier árbol del que se comió. No, fue específicamente el árbol del bien y el mal.
Es interesante que se mencione «el bien y el mal», porque comer del árbol del fruto prohibido es simplemente una alegoría al mal uso del libre albedrío.
En otras palabras, comer del árbol del bien y el mal significa haber utilizado el libre albedrío de manera incorrecta. Es decir, para realizar el mal. En realidad, el pecado no es tanto la desobediencia a Dios, sino que más bien, es la decisión del hombre para obrar el mal.
Entonces, ¿qué sucede? pues que por la misma ley de causa y efecto. O sea, la ley del Karma, tuvimos que pagar las consecuencias de nuestras acciones. Estas consecuencias fue la expulsión del paraíso. Esto debe entenderse como haber descendido de mundos y dimensiones con mejores condiciones, a universos con condiciones más difíciles y duras.
Ahora bien, muchas personas creen que este «pecado original» fue realizado por nuestros padres originales, Adán y Eva y que nosotros, por ser sus descendientes, simplemente lo heredamos de ellos. Pero esto es totalmente falso porque en realidad, la caída y la expulsión del paraíso le han ocurrido a cada uno de nosotros por méritos propios.
Así es amigos, tú mismo o tu misma en algún momento de tu historia, en algún momento de tus múltiples reencarnaciones, hiciste mal uso de tu libre albedrío y por lo tanto has caído a las condiciones en las que actualmente te encuentras.
No hay que echarle la culpa a nuestros padres originales, sino que cada quien ha sido responsable de su propia caída del paraíso.
Afortunadamente, no todo está perdido. Pues si hemos caído por hacer mal uso de nuestro libre albedrío, también podemos utilizarlo para volver a ascender hacia ese paraíso perdido. Lo único que tenemos que hacer, es empezar a utilizar nuestro libre albedrío en pos del bien. Solamente así podremos empezar a ascender hacia un mundo de perfecta felicidad en nuestras posteriores reencarnaciones.
Esto es lo que yo creo que constituye la verdadera esencia de lo que ocurrió en el jardín del Edén. Es solo mi opinión personal. ¿Y ustedes, mis emprendedores de la felicidad cual creen que es la versión correcta? ¿Tienen a caso otro punto de vista diferente de lo que ocurrió en el jardín del Edén?
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, espero que les haya gustado el artículo del día de hoy.
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda. Recuerden que si se suscriben a mi página les regalaré mi libro «20 consejitos para ser feliz».
¡Les deseo un maravilloso día y hasta la próxima!