Hoy hablaremos del alucinante incidente de Varginha, el Roswell brasileño.
Este caso, sin lugar a dudas, es uno de los más impresionantes de la ufología, pues tiene todos los ingredientes y elementos necesarios, para no tener absolutamente nada que envidiarle a su contraparte norteamericana.
Todo comienza a finales del mes de diciembre de 1995 y comienzos de 1996. Por aquellas épocas, Estados Unidos había detectado a ciertos objetos voladores no identificados sobrevolando el territorio brasileño. Más exactamente, en las vecindades de la ciudad de Varginha, en el sur del estado de Minas Gerais.
Resulta que la fuerza aérea norteamericana, le había alertado a las autoridades brasileñas que había un ovni que se estaba moviendo a una altitud excesivamente baja por la zona.
En los días posteriores, precisamente el 13 de Enero de 1996, el NORAD (el comando de defensa aeroespacial de Norteamérica), le informa a las autoridades brasileñas de un posible impacto en el sur de Minas Gerais.
Ante tal alerta, las fuerzas armadas brasileñas envían a la unidad del ejército más cercana, para que investigara. Es entonces cuando Carlos de Souza, piloto de un ultraligero, observa un objeto alargado en forma de puro, que va despidiendo humo por la parte inferior.
El objeto pierde altitud rápidamente y desaparece detrás de un monte, impactando contra la tierra. Cuando el señor Souza llega al lugar del impacto, observa que había muchos fragmentos diseminados en un pastizal.
Adicionalmente, ya se encontraban alrededor de 40 militares recogiendo los fragmentos. El mismo señor Souza tuvo la oportunidad de tomar en su mano uno de estos fragmentos, y lo describió como si estuviera hecho de un material supremamente ligero, que al aplastarlo volvía a recuperar su forma original.
Resulta entonces, que en el lugar de la catástrofe, había, por lo menos, un helicóptero, 2 camiones y una ambulancia del ejército. El señor Souza, describe que todo el lugar estaba cubierto por un olor muy fuerte, semejante al amoniaco.
Estando en el lugar, algunos militares le ordenan al señor Souza que abandone el lugar y le advierten que no diga nada de lo que ha visto. Durante los días posteriores a la catástrofe, se observa mucha conmoción y movimiento en la zona, se ven hombres con uniformes de la fuerza aérea norteamericana (USAF) y también muchos militares brasileños.
Grupos enteros de camiones, así como helicópteros, entran y salen constantemente del lugar. Paralelamente, una semana después del incidente, en la madrugada del 20 de Enero, una pareja (el señor Eurico Rodrígues y la señora Oralina Augusta) duermen tranquilamente en su granja, cuando de repente, se despiertan súbitamente porque su ganado estaba emitiendo fuertes mugidos.
La pareja se puso en pie porque pensó que algún ladrón podría estar merodeando por la casa. Sin embargo, vaya sorpresa se llevarían cuando, al mirar por la ventana, verían estupefactos que un objeto volador en forma cilíndrica (como de puro), de color gris y sin luces, y del tamaño de un pequeño autobús, se encontraba sobrevolando el terreno a unos 5 metros del suelo.
La pareja narra que el objeto se encontraba a, más o menos, 30 metros de distancia y que despedía un humo de color blanco.
La desconcertada pareja estuvo observando al objeto por media hora, hasta que finalmente, éste se aleja rápidamente y se pierde en la lejanía.
Ese mismo día, un habitante del municipio de Alfenas, situado a unos 80 Kilómetros de Varginha, se lleva tremendo susto cuando se encuentra de frente con una criatura que describe como «un mono de metro y medio con tres chichones en la cabeza».
Esta misma criatura se divisaría en un parque del norte de Jardim Andere, pues se recibieron varias llamadas telefónicas que alertaban sobre la presencia de un extraño ser en el parque.
Unos niños que vieron a la criatura, la describieron como mitad hombre y mitad animal.
Una especie de mono con el vientre abultado, que parecía estar embarazada y herida al mismo tiempo, pues permanecía quieta y lloraba de una manera alta y aguda. La criatura se encontraba recluida en una casa en construcción, al final del barrio de Jardim Andere.
Aparentemente, el extraño ser salió de la obra y descendió lentamente por las inmediaciones de la calle Suecia, para perderse después en un bosque de eucaliptos.
Debido a los reportes y testimonios de las personas que vieron a este extraño ser, un grupo especial de bomberos acude al lugar, con redes y jaulas, para capturar a la criatura, pues piensan que se trata de un animal salvaje.
Los hombres se adentran en el bosque en busca del animal. Lo que encontrarían allí, no obstante, los dejaría completamente atónitos. El grupo se encuentra con una criatura bípeda de aproximadamente un metro y medio de altura, con una piel grasienta y de color marrón, abultadas venas en el cuello y en los hombros, tres protuberancias en la frente y unos ojos de color rojo.
Adicionalmente, la criatura solo tenía tres dedos en cada mano, unos pies grandes y bifurcados en dos gruesos dedos, no tenía órganos sexuales y parecía estar completamente desnuda.
También parecía emitir un ruido similar al de las abejas y emitía un olor muy fuerte, como de azufre y amoniaco.
Los bomberos se ponen en contacto con la base militar más cercana, e inmediatamente envían tropas a la zona para acordonar y aislar el parque. Uno de los testigos de esta extraordinaria cacería, fue el ayudante de construcción Enrique José, quien presencio todo el incidente desde la terraza de su casa.
El hombre dijo que los bomberos atraparon al extraño ser con sus redes, lo metieron en una caja de madera y posteriormente, se la entregaron a los militares. Sin embargo, ésta no sería la única criatura capturada.
Resulta que, en el mismo parque de Jardim Andere, dos hermanas (Liliane de Fátima Silva, de 16 años, y Valquiria Silva, de 14 años) y una amiga (Kátia Xavier, de 21 años) salieron de su casa y tomaron un atajo por una vereda, en la mitad de unas construcciones.
Lo que las pobres niñas no sabían, era que iban a tener el encuentro más terrorífico de sus vidas. Allí, caminando despreocupadamente en las horas de la tarde, se toparon cara a cara, con una criatura que se encontraba arrimada y agachada al muro de un terreno baldío. Un criatura exactamente igual a la que se había encontrado unas horas antes en la misma zona.
El extraño ser parecía estar tan asustado como las niñas, quienes al ver al singular alienígena, echaron a correr despavoridas hacia su casa. Según el testimonio de la madre de las chicas, las niñas llegaron llorando y temblando, y casi no podían ni hablar.
Después le dijeron a la azorada mamá que habían visto al mismísimo diablo. Evidentemente, esta criatura no era el diablo, pues, además de estar completamente asustada, tenía los brazos metidos dentro de sus rodillas y parecía estar sufriendo.
Se cuenta que el peculiar extraterrestre levanto su cabeza para mirar a las niñas con sus ojos rojos sin parpados, para después volverla a agachar sin emitir sonido alguno. La madre acude al lugar, junto con una amiga, para investigar.
Pero al llegar al sitio, la criatura se había ido. Solo quedaban unas huellas extrañas en el terreno y un olor fuerte de azufre. Al enterarse de esta segunda criatura, la policía militar envía a los agentes Marco Elí Chereze y Erik López para capturar al animal.
Eventualmente, los oficiales se encontrarían con el extraño ser, a quien describirían como «un ser humano desnudo, deformado y repugnante». El agente Chereze fue el primero en acercarse a la criatura y cuando esta intento escapar, el policía la agarro por el brazo y la condujo al asiento trasero de su vehículo.
La criatura parecía estar indefensa y malherida, así que los oficiales, sin saber qué hacer, deciden llevarla e internarla en el hospital regional de Varginha.
Obviamente, y como era de esperarse, el hospital fue acordonado por los militares. Según el testimonio de algunos testigos, la criatura no pudo sobrevivir, y falleció a las 6 de la tarde del 22 de Enero.
Al parecer, las dos criaturas fueron llevadas al centro de alta tecnología e investigaciones espaciales de la universidad de Campinas (UNICAMP), una de las más importantes de Suramérica. Allí, presumiblemente, las criaturas podían ser estudiadas a profundidad, pues este lugar contaría con tecnología de punta.
Durante los días posteriores, infinidad de científicos y militares rondarían por el lugar. El 26 de Enero, varios militares norteamericanos y algunos investigadores, supuestamente pertenecientes a la NASA, colaborarían conjuntamente con los brasileños dentro de los modernos laboratorios.
Finalmente, como ya es típico en estos casos ovni, todos los restos de la aeronave estrellada, así como los dos alienígenas capturados (de los cuales sabemos que uno falleció, mientras que la condición del otro es completamente incierta), serian trasladados a EEUU (probablemente, al día de hoy, estos alienígenas se deben encontrar recluidos en una base secreta del gigante norteamericano, ¿tal vez el área 51? ).
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, esta alucinante historia todavía está lejos de terminar. Seguiremos narrando otros deslumbrantes y fascinantes acontecimientos de este caso, en la segunda parte. ¡No se la pierdan!
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor Andrés Rueda. ¡Espero que tengan un maravilloso día y hasta la próxima!