Hoy vamos a hablar sobre algunos datos interesantes y curiosos del coronavirus.
La pandemia que actualmente nos azota y que tiene paralizado al mundo, tanto en la parte económica, como en el normal funcionamiento de sus actividades diarias.
Veamos entonces algunas de estas cosas sorprendentes y curiosas, que guardan relación con esta extraña epidemia:
La mayoría de nosotros conoce y hasta, en algún momento, ha probado la famosa cerveza mexicana «corona». Una bebida deliciosa que se caracteriza por su sabor ligero y suave. No obstante, para desgracia de esta empresa, no pudieron haber pensado en un mejor nombre y logotipo para su producto. Obviamente, llamarse «corona» y utilizar este mismo símbolo, no les ha ayudado demasiado.
Bien sea por un capricho del destino, o por algo más, la cuestión es que la imagen de la compañía no goza de la mejor popularidad por estos días. De hecho, en un principio, muchas personas pensaron que el virus se esparcía por tomar esta bebida. Puede sonar gracioso, pero así fue.
Según algunas encuestas, el 38% de los estadounidenses ahora no compra la susodicha cerveza, y el 16% todavía está confundido sobre si la bebida es la responsable de transmitir el virus. Nadie sabe realmente el impacto negativo en ventas que la compañía ha tenido que experimentar, producto de esta mala publicidad.
Siguiendo con nuestra cadena de curiosidades, resulta que el doctor chino Li Wenliang fue una de las primeras personas que advirtió contra el riesgo de esta enfermedad.
Es más, cuando el señor Wenliang empezó a divulgar los peligros del virus, nadie le tomaba en serio. Hasta el mismo gobierno chino le advirtió y lo amenazó, a través de la policía, por estar divulgando “información falsa”.
Pero, ¿quieren saber qué fue lo más bizarro de todo esto? Que el señor Li Wenliang fue una de las víctimas mortales de esta epidemia. Se pregunta uno, ¿será que este señor simplemente tuvo una terrible mala suerte, o, hay algo mucho más siniestro de fondo? ¿Será que el opresivo gobierno chino lo silenció y luego culpó a la misma enfermedad de su muerte? En este mundo malvado y cruel, todo es posible.
Otra cuestión interesante del coronavirus tiene que ver con los grupos de mayor riesgo. Ya sabemos que las personas de mayor edad son más vulnerables que las personas jóvenes.
Esto no es de extrañar, si tenemos en cuenta que, los ancianos y los enfermos, ya de por sí tienen menos defensas para hacerle frente a cualquier enfermedad.
Existen muchas teorías conspirativas en Internet, que culpan al gobierno chino de la liberación del virus. La razón, dicen, es que quieren erradicar gran parte de la población vieja, puesto que ésta les genera muchos costos.
Tal vez están cansados de tener que pagar tantas pensiones y como los pobres viejitos ya no son productivos para la sociedad, entonces han decidido que es mejor eliminarlos. En caso de resultar esto cierto, ¿en qué punto tan bajo ha caído la humanidad?
Otro punto interesante: parece ser que los hombres son más vulnerables que las mujeres. ¿Será que ellas tienen un sistema inmunológico mejor que el de nosotros? La respuesta es: aparentemente, sí.
Los científicos creen que esto sucede porque las mujeres tienen dos cromosomas «X», mientras que el hombre sólo uno. Este cromosoma adicional les proporciona a las mujeres mayores hormonas de estrógeno, las cuales fortalecen su sistema inmunológico.
Hay muchos que piensan que, en el futuro, solamente las mujeres van a sobrevivir, mientras que el hombre se va a extinguir. Teniendo en cuenta lo que acabamos de comentar, ¡Tal vez tengan algo de razón!
Ahora bien, hablando de sistemas inmunológicos, el coronavirus no afecta a los animales en lo absoluto. ¿Por qué sucede esto? ¿Es que acaso la evolución nos ha convertido en unos debiluchos? Puede ser. Pero, para ser completamente justos, también hay que mencionar que existen enfermedades que solamente afectan a los animales, y no a los humanos. Y viceversa, obviamente.
De hecho, el veneno de muchas tarántulas no es muy dañino para los humanos, pero para las mascotas, como los gatos y los perros, resulta letal.
En contraste, el veneno de la araña de tela de embudo, originaria de Australia, resulta letal para el ser humano, pero por alguna razón, no les hace mucho daño a las mascotas.
Me imagino que, si quisiéramos desarrollar un sistema inmunológico perfecto, de seguro tendríamos que combinar lo mejor de los sistemas inmunológicos de los animales y de los humanos.
Por ejemplo, los murciélagos, a pesar de que son los portadores de los virus del ébola, Marburg, Hendra, Nipah, SARS y MERS, entre muchos otros patógenos, por alguna razón, no se ven afectados por ninguna de estas enfermedades. Mucho tendrá que investigar la ciencia en relación a esto.
Curiosamente, se cree que el coronavirus surgió de una sopa de murciélago, que se encontraba en un mercado de Wuhan, China.
Esto no es de extrañar, pues como ya lo mencionamos, muchos son los virus que han tenido su origen en estos animales. Si bien es posible que el coronavirus se haya originado en un mercado de Wuhan, también es posible que haya sido creado en un laboratorio.
Muchas personas piensan que esto, sin problema, pudo haber sido así. Es decir, existen muchas patentes sobre los virus. Y, en especial, sobre el coronavirus. ¿Por qué habríamos de descartar, entonces, la posibilidad de que este virus haya sido creado artificialmente en un laboratorio y luego liberado en un mercado de Wuhan, China?
Bien cabría preguntarse, ¿por qué alguien desearía liberar un virus así? Las razones son muchas: desde desequilibrar las economías de ciertos países e industrias, para que, alguien, a su vez, logré beneficiarse económicamente de la enfermedad; hasta desestabilizar países, instituciones y gobiernos enteros, con fines políticos, sociales y militares.
En efecto, muchas industrias, como las aerolíneas y las empresas turísticas, se han visto afectadas. De igual manera, la economía china y, por lo tanto, la economía del mundo, también ha sufrido un gran revés. Lo interesante es que, a pesar de esta desazón económica, siempre existen individuos, empresas, industrias y países que, ciertamente, se están beneficiando económicamente.
Por ejemplo, pensemos en las empresas que venden productos desinfectantes o tecnologías virtuales. Ciertamente, estas compañías se están haciendo su navidad.
Con esto no quiero decir, evidentemente, que hayan sido estas empresas las que liberaron el virus. Ni más faltaba. El punto que quiero transmitir, no obstante, es que existen muchos actores que se pueden beneficiar, en muchos sentidos, de una pandemia de estas características.
Teniendo en cuenta que el ser humano no es propiamente un angelito caído del cielo, no podemos ser tan ingenuos y descartar por completo la posibilidad de que, el coronavirus, haya sido creado artificialmente y liberado intencionalmente para favorecer los intereses de algún grupo en particular.
Pues bien, sigamos viendo otros datos curiosos e interesantes sobre el coronavirus. En realidad, el virus no se llama «Covid-19», como muchos creen.
El «Covid-19» es simplemente el nombre de la enfermedad que el coronavirus propaga. El virus, como tal, se llama «SARS-CoV-2», que significa «síndrome respiratorio severo agudo – coronavirus 2». Es decir, es una variación del SARS que ocurrió en el 2003.
Por otro lado, el virus, como tal, no es tan letal como muchos otros que la humanidad ha tenido que enfrentar. ¡Ni de lejos! Lo que lo hace realmente peligroso es su facilidad de dispersión. El virus puede permanecer en estado de gestación por 14 días, lo cual hace casi invisible su detección, hasta que ya es demasiado tarde.
Se transmite por contacto con las gotas de saliva que emiten otras personas, por lo que, simplemente con tocar superficies infectadas, o estar a menos de 2 m de distancia de una persona contagiada, es suficiente para contraer la enfermedad.
Como su nombre lo indica, el mayor peligro radica en los problemas respiratorios que puede generar; pues puede causar neumonías y, por lo tanto, la muerte.
Su tasa de mortalidad está alrededor del 5%. A marzo del 2020, se han infectado aproximadamente 600,000 personas, de las cuales, alrededor de 30,000 han muerto. Contrario a lo que se cree, las máscaras de hospital no te garantizan una protección absoluta contra la enfermedad, pues quedan demasiado sueltas en el rostro de las personas, de modo que el virus puede entrar fácilmente. Aún así, es recomendable utilizarlas, sobre todo si estás enfermo.
Las medidas más efectivas para prevenir el contagio son las siguientes: mantener una buena distancia de las personas infectadas, lavarse las manos a profundidad, evitar tocarse la cara y desinfectar todas las superficies que con frecuencia tocan las personas, como las perillas de puertas y las varillas de los transportes públicos.
Los cinco países más afectados, hasta la fecha, son: Estados Unidos, Italia, China, España y Alemania. Siendo Italia el país con más muertes. Desafortunadamente, y por si las cosas no fueran de por sí ya malas, las personas recuperadas del «Covid-19» todavía pueden volver a contraer la enfermedad.
Y, no solamente eso, sino que todavía pueden transmitirla por 14 días después de que se han recuperado de la misma. Si hablamos del colmo de la mala suerte, una señora en Japón volvió a contraer la enfermedad justo después de haberse recuperado de ella, y algunas horas después de haber salido a la calle.
Si tomamos en cuenta que la mayoría de estos virus se generan en animales, esto nos lleva a preguntarnos, ¿podría ser que la naturaleza, para vengarse de los abusos de los humanos, decida crear estos virus para erradicarnos? Ciertamente, podría muy bien ser así.
La teoría de Gaia, por ejemplo, postula que absolutamente todo en la tierra, desde la materia inorgánica hasta la orgánica, se comportan como un solo organismo. Un organismo vivo que se auto regula y crea las condiciones necesarias para obtener un balance y una armonía perfecta entre todos los componentes del sistema. En este escenario, desafortunadamente, el hombre es el elemento que irrumpe y destruye esta armonía impecable.
Por lo tanto, la tierra, en un intento para protegerse a sí misma, decide erradicar el elemento disruptivo; que, en este caso, somos nosotros, con el fin de recuperar sus condiciones de balance perfecto. Si lo vemos de esta manera, la tierra, en cierto modo, se está “vengando” de la humanidad.
Pues ésta, no tiene ningún tipo de reparos, ni escrúpulos, para abusar del mundo animal y vegetal. El coronavirus podría ser entonces una medida que ha tomado el planeta para aniquilar al gran cáncer de la tierra. Es decir, los humanos.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
Les invito a que se suscriban a mi canal de YouTube y a mi boletín de noticias en iwokis.com.
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda.
¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!