Como muchos de ustedes sabrán, soy colombiano. Específicamente, de la capital, Bogotá. A pesar de que me fui a vivir fuera del país cuando tenía 18 años, nunca he perdido contacto con la misma. Siempre me he mantenido viajando, cada dos años aproximadamente, para visitar a la familia y pasar las épocas navideñas. Un montón de cosas han cambiado desde que me fui: más tráfico, más gente, más edificios y más inseguridad. Sin embargo, algunas cosas nunca cambian, han permanecido exactamente iguales a como las recuerdo.
Una de estas cosas es el pandebono. Una especie de pan hecho de harina de maíz, queso, huevo y almidón de yuca. Originalmente proviene de la región del Valle del Cauca, tierra de salsa y fútbol.
Los ingredientes se mezclan hasta formar una masa, y luego se hornean. Esta delicia se suele comer al desayuno o en la tarde, a la hora de las «onces». Las «onces» se suelen tomar entre las cinco y las seis de la tarde. No sé exactamente por qué se les llaman «onces», puesto que no se comen a las 11. Me imagino que originalmente se comían a esa hora, pero con el paso del tiempo, se trasladaron hacia la tarde.
Los orígenes de esta exquisitez no han sido establecidos exactamente. Algunos dicen que fue un panadero italiano que vivía en Cali, la capital del Valle del cauca. Cuentan que iba por las calles gritando «pan del bono» (el buen pan). Debido a su acento italiano, la gente entendía «pandebono». De ahí su nombre.
Otra historia sugiere que había un lugar llamado «El bono», a la mitad del camino entre Dagua y Cali. Éste sería el primer lugar en donde se creó el producto. Y por ende, el término. El nombre también se pudo haber originado porque los trabajadores de las plantaciones de caña de azúcar, recibían un tiquete, o «bono», que podían intercambiar por pan y agua.
Otra historia cuenta que obtuvo su nombre gracias a una familia italiana que horneaba pan, y cuyo apellido era «Bono». En consecuencia, el producto llegó a conocerse como «pan de bono».
Tal vez nunca lleguemos a saber qué historia es la correcta, si es que alguna lo es. Lo que sí sabemos, sin lugar a dudas, es que este delicioso pan es celestial. Una mezcla perfecta entre el sabor sutil de la yuca y el queso salado de la costa caribeña.
Si algún día viajan a Bogotá, o a cualquier otra región de Colombia, realmente les recomiendo que prueben el «pandebono». Lo encontrarán en casi cualquier panadería de la ciudad.
Simplemente delicioso!
Bueno, mis emprendedores de la felicidad,
Que tengan un maravilloso día!