Sin duda, cultivar y proteger nuestra salud es una de las cosas más importantes que debemos hacer.
En lo personal, no soy un gran fanático de la medicina moderna. Pienso que todos esos fármacos son, en muchas ocasiones, mucho más peligrosos y contraproducentes para nuestra salud que cualquier otra cosa.
Por eso les voy a proporcionar un consejo de salud que es muy bueno, y que, a diferencia de los medicamentos, no posee efectos colaterales, ni contra-indicaciones severas. Este consejo es: viajar.
Una de las cosas más estimulantes que podemos hacer es viajar. Ir a esos sitios lejanos y fascinantes, llenos de historia y magia.
A la mayoría de la gente le encanta viajar. Aunque es cierto que también tiene un componente bastante aburrido (o por lo menos, a mí me parece aburrido), y que es todo eso de comprar billetes, hacer maletas y reservaciones, meterse en el avión, correr de un lado para otro, etc.
Hay que decir que una vez que uno ha salido de todos esos trámites aburridos, ya las cosas empiezan a ponerse divertidas.
Una vez que uno se encuentra en el lugar, ya te puedes olvidar de todo eso y dedicarte a la parte linda de viajar.
Justamente, es toda esta parte linda del viaje la que tiene muchos efectos beneficiosos para nuestra salud, según lo han comprobado varios estudios científicos.
Viajar nos llena de felicidad y nos devuelve la vitalidad. Es un escape al estrés y a los problemas cotidianos. Debido a que viajar libera grandes cantidades de endorfinas, eso es lo que hace que nos sintamos tan bien.
Ciertamente viajar hará que nos sintamos mejor con nosotros mismos y con nuestro alrededor. De hecho, se dice que viajar produce efectos positivos muy similares a los de realizar ejercicio físico.
Es por eso que les voy a proporcionar ocho grandes beneficios de viajar para proteger y conservar nuestra salud:
- Estimula el cerebro
Aunque no lo creamos, nuestra red de neuronas sigue creciendo e interconectándose a través de toda nuestra vida, aún si somos adultos.
Por eso es que estimular el cerebro es la mejor manera de mantenerlo activo. Viajar nos sirve justamente para eso. Al viajar observamos paisajes, reconocemos aromas, conocemos nuevos lugares, probamos nuevas comidas.
Todo esto mantiene a nuestro cerebro activo. Es una especie de entrenamiento, el cual es útil para crear nuevas conexiones neuronales.
- Mejora la autoestima
Además de estimular el cerebro, viajar también sirve para mejorar nuestra autoestima. No nos digamos mentiras, la cosa es que viajar es en sí mismo un desafío. Uno debe decidir a dónde ir, qué comer, en donde hospedarse, planificar todo el itinerario, lidiar con idiomas y costumbres extrañas, etc.
Todos estos son obstáculos que uno debe superar. Lo bueno es que cuando uno viaja y realiza todo esto, después a uno le queda un sentido de logro. Como que uno siente que “wow…
Hice todo eso yo solito”. Haber logrado sacar adelante el viaje te proporciona un sentido de valía y orgullo, que sirve para que te valores mejor y aumentes tu amor propio.
- Aumenta nuestro nivel de felicidad y alegría
Según investigaciones realizadas por la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, viajar proporciona más felicidad que comprar cosas materiales.
La razón es que viajar nos deja con unas memorias inigualables y que son mucho más duraderas que cualquier otra cosa material.
Y sí,puedo dar fe de que esto es cierto. Cada vez que me pongo a recordar mis viajes siempre me vienen unos sentimientos muy buenos, de mucha felicidad.
A veces recuerdo los árboles y los senderos que veía mientras montaba bicicleta, recuerdo el clima caluroso o frío del lugar, recuerdo esos sitios en donde comí alguna comida exquisita, trátese de una pizza o una paella.
Recuerdo las construcciones, la arquitectura, el agua, los ríos, la naturaleza. Me vienen a mi cabeza los olores y los sonidos de la gente. En fin, la verdad es que todo eso en su conjunto me hace sentir muy bien.
Siento mucha felicidad cada vez que recuerdo en todas las vivencias de mis viajes. Estoy seguro que a ti te pasa lo mismo.
- Sirve como ejercicio
Es bien sabido que para mantener una buena salud hay que hacer ejercicio regularmente. Sin duda, el corre-corre de viajar es muy bueno para realizar ejercicio. A mí en lo personal me gusta mucho montar en bicicleta.
En muchos de mis viajes siempre planeo grandes paseos en bicicleta para conocer las ciudades que visito. Como no dispongo de mucho tiempo, estos paseos se convierten en un verdadero entrenamiento, en una jornada maratónica.
Otras veces, en lugar de montar en bicicleta, camino muchísimo. Recuerdo que una vez fui a Madrid y sólo disponía de tres días para conocer la ciudad.
Así que en un día me recorrí todo el centro de la ciudad, en otro día tomé el metro y me baje en la estación de Chamartín, para luego recorrer caminando todo el paseo de la Castellana, pasando por el estadio Santiago Bernabeu y volver a llegar hasta el centro de la ciudad.
En el tercer día me recorrí todos los parques, visite el zoológico, y fui por otra serie de barrios, colonias y lugares para conocer todo lo que pudiera en mi estrecha agenda.
Obviamente, todavía me falto muchísimo por conocer. Pero eso sí te puedo asegurar, nunca había caminado tanto en mi vida. En estos tres días caminé lo que normalmente camino en un año. Y debí haber bajado varios kilos de peso también.
- Reduce el estrés
Se dice que viajar tranquiliza todo nuestro organismo. Según la asociación americana de psicología, viajar ayuda a disminuir nuestros niveles de estrés, nuestras preocupaciones y nuestra ansiedad.
La reducción del estrés es obviamente uno de los más mayores beneficios de viajar. Así sea una salida breve, a un destino no muy lejano. La cuestión es que es bueno dejar la rutina y el ritmo frenético de nuestra vida. A veces simplemente necesitamos desconectarnos.
Olvidarnos un poco de las angustias que nos agobian. Viajar es perfecto para este propósito. Al viajar podemos realmente disfrutar del presente y gozar todo ese estímulo nuevo que estamos recibiendo por conocer un lugar que nunca antes habíamos conocido.
Pero, cuidado, porque también existe una cosa que se llama “estrés vacacional”. Si no tenemos cuidado, viajar también nos puede generar un estrés muy grande por todos los preparativos del viaje, las inseguridades, y todas las dificultades que se pueden presentar.
Muchas personas se ven agobiadas por el “no hay suficiente tiempo para hacer todo lo que hay que hacer”. Lo mejor para lidiar con este estrés vacacional es hacer un par de cosas. En primera instancia, planifica muy bien el viaje.
Si ya tienes planificado de antemano todos los itinerarios, hoteles, rutas y lugares que quieres conocer, esto te ahorrará un montón de preocupaciones al viajar, pues te puedes quitar un peso de encima al tener todas estas cosas ya arregladas.
Ahora, en segundo lugar, no intentes hacer todo ni abarcarlo todo en tu viaje. A veces lo más rico de viajar no es conocer absolutamente todo lo que existe en un lugar, sino simplemente conocer algo nuevo.
Así que, no importa a donde vayas, siempre verás y conocerás algo que jamás antes habías visto. Así por ejemplo, y como ya te dije, cuando viaje a Madrid me faltaron muchas cosas por conocer, pero no importa. Tal vez estas cosas las conoceré en un segundo viaje, o en un tercero.
Lo importante no fue lo que me faltó por conocer, sino lo que conocí. Todos los sitios donde estuve, y la comida que probé, y todas las cosas que vi, eso es lo que realmente me queda en la memoria. Así que no te preocupes por conocerlo y hacerlo todo. Sea lo que sea que logres conocer, eso será más que suficiente para que te queden unas buenas memorias.
- Favorece el pensamiento lógico y el razonamiento
Debido a que viajar nos permite escapar del estrés y de las presiones de la vida cotidiana. A veces, la mejor manera para resolver problemas es, justamente, a través del viaje.
Al escapar de las cosas que son rutinarias y viejas, podemos tener nuevas sensaciones, nuevos estímulos, nuevos panoramas proporcionados por sitios completamente exóticos y novedosos que nunca antes habíamos visto.
Todo esto puede servirnos para que nuestra mente se aclare, nuestros razonamientos se afinen y logremos pensar más claramente y así resolver algún problema en el que estábamos atascados.
Si hay un problema que te está dando vueltas en la cabeza, cambia de ambiente. Tomate un viaje, experimenta nuevas sensaciones, y verás que, como por arte de magia, alguna inspiración te va a llegar para resolver ese problema que tanto te atormenta.
- Ayuda a adaptarse a cualquier situación
Viajar también nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades de adaptación. Cuando viajamos tenemos que lidiar con ciertos problemas que, en condiciones normales, no tenemos que hacer.
Así, por ejemplo, tenemos que adaptarnos a idiomas que tal vez no conocemos, o a costumbres a las que no estamos muy familiarizados; puede ser que nos toque movernos en lugares del que no tenemos ni la más remota idea de dónde estamos parados.
Todo esto sirve para desarrollar nuestras habilidades de adaptación y, como ya dijimos, ejercitar nuestro cerebro. Y ejercitar nuestro cerebro, significa, mejor salud.
- Genera un corazón más fuerte y sano
Finalmente, viajar ayuda a que tengamos un corazón más fuerte y más sano. Según un estudio realizado en Estados Unidos, la actividad de viajar reduce el riesgo a tener un infarto de miocardio, sobre todo en las personas mayores.
Dicen que las personas que viajan tienen un 21% de probabilidades más bajas de sufrir un ataque al corazón. Las conclusiones de este trabajo es que “las vacaciones pueden ser buenas para la salud». Debido a todo el ejercicio que haces cuando viajas, esto no parece muy extraño; se puede entender la razón.
Así que ya lo saben, mis emprendedores de la felicidad, ahí tienen ocho razones por las que viajar resulta muy bueno para la salud. La actividad no solamente es divertida, sino también saludable. ¡Si quieren empezar a invertir en su salud, empiecen por planear esas próximas y maravillosas vacaciones!
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, vamos a dejarlo hasta aquí.
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Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda.
¡Les deseo a todos un maravilloso día y hasta la próxima!
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