En este episodio trataré de explicar, de la manera más sencilla posible, como utilizar el I ching para realizar predicciones.
Si deseas saber un poco más sobre el I ching y su historia, te invito a que mires uno de mis vídeos en mi canal de Youtube sobre el I ching.
En aquel video explicamos un poco la historia del I ching y las raíces de este maravilloso oráculo. En este artículo, entraremos de lleno en cómo utilizarlo para tu vida.
Tratare de dar una explicación lo más sencilla posible, dejando de lado todas las complejidades del mismo. Bueno, ahora sí, entremos en materia. En primer lugar, necesitas tres monedas. Idealmente, procura que las tres sean exactamente iguales.
Adicionalmente, también es recomendable que las monedas estén cargadas con tu energía. Para esto, cárgalas contigo por un buen tiempo o bien ponlas en tu mesita de noche durante varios días o semanas.
Una vez tengas tus monedas cargadas con tu energía, ahora si podrás utilizar el oráculo.
El segundo paso es entonces formular la pregunta a la cual deseas que el oráculo te dé una respuesta. Ahora bien, es importante que sepas el tipo de preguntas que debes formular. El oráculo no funciona bien con preguntas del tipo “SI” y “NO”, así que evita realizar este tipo de preguntas.
En contraste, el oráculo si funciona bien cuando le realizas preguntas más abiertas y especificas.
Por ejemplo, no le preguntes al oráculo “me voy a hacer millonario algún día?” una pregunta así no es adecuada porque en primer lugar, es del tipo “si” o “no”.
Y en segundo lugar, es muy general. Obviamente, si deseas hacerte millonario, tendrás que hacer algo al respecto, pues el dinero no te lloverá del cielo.
Entonces, una mejor pregunta para el oráculo podría ser “¿Que pasara si me involucro en este negocio con Pedro?”. Este tipo de pregunta si funciona bien con el oráculo porque no es del tipo “si” y “no” y además contempla una situación más específica de tu vida.
Un consejo útil es el siguiente: intenta formular preguntas que contengan las siguientes palabras “qué, cómo, cuándo, porqué, dónde, quién, cuál”.
Hacer uso de estos términos te llevará a formular preguntas correctas. Otro truco es formular preguntas del tipo “consejo”. Es decir, le haces una pregunta al oráculo como pidiéndole un consejo para tu vida.
Teniendo en cuenta estos lineamientos, asumamos entonces que ya haz formulado tu pregunta. Por ejemplo, digamos que nuestra pregunta es “¿Qué pasará si sigo construyendo mi negocio de esta manera?”.
Entonces, para obtener una respuesta necesitarás lanzar tus monedas 6 veces. Es decir, lanzaras tus 3 monedas en un total de 6 lanzamientos. Pero antes de lanzarlas, necesitaras asignarles valores a ambos lados de la moneda.
Entonces, a las “caras” les vamos a asignar un valor de 3, y a los “sellos” les vamos a asignar un valor de 2.
A continuación, procedemos a lanzar las monedas al mismo tiempo. Según como caigan las monedas, esto nos dará un valor total.
Este valor total es simplemente la suma de los valores de cada moneda. Y siempre tendrá un valor de 6, 7, 8, o 9. Por ejemplo, si las tres monedas caen en “sellos”, entonces el valor total será 2+2+2. O sea, 6. En contraste, si las tres monedas caen en “caras”, entonces el valor total será 3+3+3. O sea, 9. Sin importar que combinaciones tengamos entre “caras“ y “sellos”, los valores siempre serán de 6, 7, 8, o 9.
Ahora bien, cuando el valor total es de 6, entonces se dibujará una línea partida con un círculo en la mitad (o con un círculo dibujado al lado de la línea).
Este círculo significa que la línea es cambiante. O sea, que una línea partida pasará a ser continua, y una línea continua pasará a ser partida.
Ahora, si el valor total es de 7, entonces se dibujará una línea continua. Si el valor total es de 8, entonces se dibujará una línea partida. Si el valor total es de 9, entonces se dibujará una línea continua con un círculo en la mitad (o al lado de la misma).
Pues muy bien, ahora que sabemos esto, dijimos anteriormente que hay que realizar 6 lanzamientos. En cada lanzamiento dibujaremos una de las líneas anteriores según el valor total de nuestras monedas.
Las líneas las iremos dibujando de abajo hacia arriba. Es decir, en el primer lanzamiento, dibujaremos la línea de más abajo; en el segundo lanzamiento, dibujaremos la línea encima de la anterior; y así sucesivamente, hasta que hayamos terminado de dibujar las seis líneas (una por cada lanzamiento).
En relación a la pregunta de nuestro ejemplo, “¿Qué pasará si sigo construyendo mi negocio de esta manera?”, digamos que los seis lanzamientos nos dan los siguientes resultados: 7 para la primera línea (producto de una cara y dos sellos), 6 para la segunda línea (productos de 3 sellos), 8 para la tercera línea (producto de 2 caras y un sello), 8 para la cuarta línea (producto de 2 caras y un sello), 7 para la quinta línea (producto de 2 sellos y una cara), y 8 para la sexta línea (producto de 2 caras y un sello).
Entonces al dibujar estas líneas, de abajo hacia arriba, terminaremos formando un hexagrama.
Ahora bien, las tres primeras líneas forman el trigrama inferior, mientras que las últimas tres líneas forman el trigrama superior. En total, existen 8 trigramas. A cada uno de estos trigramas se les ha asignado un nombre específico.
No nos molestaremos en mencionar todos sus nombres, pues estos se pueden encontrar fácilmente en internet. Ahora, en el Iching, se necesitan combinar trigramas inferiores y superiores.
En total, tenemos 64 posibilidades o combinaciones. O mejor dicho, 64 hexagramas, que se forman a partir de una matriz de 8X8. ¿Por qué una matriz de 8X8? Pues porque en un lado de la matriz se ubican los 8 trigramas inferiores, y en el otro lado de la matriz se ubican los 8 trigramas superiores.
Como dijimos, cada trigrama tiene un nombre, según las líneas que lo componen. En nuestro ejemplo, tenemos que él trigrama inferior está compuesto por una línea continua, una línea partida con un circulo al lado, y una línea partida (líneas que se dibujaron con los valores de 7, 6 y 8). Estas tres líneas forman el trigrama inferior “Zhen”.
Por su parte, el trigrama superior de nuestro ejemplo, se compone por una línea partida, una línea continua y una línea partida (líneas que se dibujaron con los valores de 8, 7 y 8). Estas tres últimas líneas forman el trigrama superior “Kan”.
Entonces, para saber cuál es nuestro hexagrama, debemos buscar el número al que corresponde la intersección de nuestros dos trigramas, el inferior y el superior. Estas matrices de hexagramas las puedes encontrar fácilmente en el internet, pues existen muchos sitios que las tienen online. Para utilizar esta matriz, solamente hay que buscar el trigrama inferior en el lado correspondiente de la matriz, y el trigrama superior en su lado correspondiente de la matriz.
Cuando ubiques ambos trigramas, inferior y superior, dentro de la matriz, entonces veras que la intersección de los mismos te da un número.
Este es el número de tu hexagrama. En nuestro ejemplo, la intersección del trigrama inferior “Zhen” con el trigrama superior “kan”, nos da el hexagrama número 3: dificultad en el comienzo. Éste es el hexagrama que nos va a dar la sentencia, o predicción, de la pregunta que formulamos.
Ahora bien, cada hexagrama está compuesto por una explicación inicial, seguido de varias líneas cambiantes. En nuestro ejemplo, podemos ver que la segunda línea, de abajo hacia arriba, es una línea cambiante. Esto es porque esa línea tiene un valor de 6. Es preciso anotar que las líneas con valores de 6 y 9 son líneas cambiantes (recordemos que están líneas se dibujan con círculos a sus lados ( o en la mitad), lo cual indica su naturaleza cambiante).
En nuestro ejemplo, la segunda línea es una línea cambiante. Las líneas cambiantes mutan hacia su opuesto. Es decir, una línea partida se vuelve continua, y viceversa.
Como la segunda línea de nuestro ejemplo era partida, ahora se vuelve continua. ¿Cuál es el efecto de esto? Pues que nuestro trigrama inferior ha cambiado, y ahora está compuesto por dos líneas continuas y una línea partida (siempre observándolo de abajo hacia arriba). Este nuevo trigrama se llama “Dui”.
Como nuestro trigrama inferior cambio de “Zhen” a “Dui”, entonces esto también nos crea un hexagrama secundario, pues ahora debemos buscar la intersección entre “Dui”, nuestro nuevo trigrama inferior, y “Kan”, nuestro trigrama superior.
Si buscamos esta intersección en nuestra matriz de hexagramas, veremos que la intersección entre “Dui” y “Kan” es el hexagrama número 60: límites y conexiones.
Este segundo hexagrama es un complemento del primero, y se supone que es una continuación de la sentencia del primer hexagrama (puede indicar una tendencia a futuro de la situación. Un punto al cual se puede fluir).
Entonces, recapitulando, en nuestro ejemplo nos salió el hexagrama principal número 3: dificultad al comienzo. Así mismo, nos salió una línea cambiante en la posición número 2 (siempre visto de abajo hacia arriba). Y, debido a esta línea cambiante, también nos resulto el hexagrama secundario número 60: límites y conexiones.
Por lo tanto, la pregunta del millón es, ¿Cómo se debe leer e interpretar la respuesta?. Normalmente lo que se hace es leer la sentencia general del primer hexagrama, y después leer las sentencias para cada una de las líneas cambiantes que nos salieron.
Y finalmente, se debe leer la sentencia general de nuestro segundo hexagrama (es importante mencionar que, en relación a este segundo hexagrama, usualmente solo se lee la sentencia general del mismo, pero no sus líneas cambiantes).
Así, en nuestro ejemplo, debemos primero leer la sentencia general del hexagrama número 3, seguido de la sentencia para la línea cambiante número 2, y finalmente, leer la sentencia general del hexagrama número 60. Todo esto nos dará la respuesta, o radiografía, de la pregunta original. Y así es, amigos, la manera a grosso modo en la que se debe utilizar el Iching.
En resumen, y ya para concluir, esto es lo que debes hacer: formula tu pregunta, lanza tus monedas 6 veces, dibuja las líneas correspondientes y forma tu hexagrama, busca tu número del hexagrama en la intersección de tu trigrama inferior y superior, y lee la sentencia general de tu hexagrama principal, así como tus líneas de cambio.
En caso de que te salgan líneas cambiantes, cámbialas a su opuesto, forma un hexagrama secundario, y luego lee la sentencia general de este segundo hexagrama. Debo remarcar, una vez más, que la matriz de hexagramas, así como las sentencias de cada uno de ellos, las encontrarás fácilmente en internet o en libros del I ching.
Obviamente, la interpretación de las respuestas que te proporciona el oráculo es otro problema en sí mismo. Esto ya tendrás que realizarlo por tu parte.
Bueno, mis emprendedores de la felicidad, espero que esta guía les sirva para realizar predicciones y obtener consejos valiosos por parte del I ching.
Como siempre, les ha hablado su amigo y servidor, Andrés Rueda. Recuerden que si se suscriben a mi página les regalaré mi libro «20 consejitos para ser feliz».
¡Les deseo un maravilloso día y hasta la próxima!
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